En la provincia, el hambre se multiplicó en el último tiempo y ejemplos que grafiquen esta realidad sobran:
Y son muchos más los casos… Sin ir más lejos, este jueves se concretó una masiva movilización de organizaciones sociales tanto en la capital jujeña como en el interior para pedir políticas alimentarias y así solventar comedores y merenderos.
En este contexto, se conoció la situación del merendero “La Vecindad”, el cual funciona desde hace algunos meses de manera semanal en la 6ta Etapa de la Nueva Ciudad, en Perico.
Sus integrantes, Alicia, Cristina y Paola, contaron que lo sostienen a voluntad y pulmón. Utilizan recursos propios ya que no reciben ningún tipo de ayuda, ni municipal ni gubernamental.
Remarcaron que notan claramente la necesidad en las familias y continúan realizando su accionar benéfico pura y exclusivamente por los niños que buscan un plato de comida.
Embed - Un merendero de Perico subsiste entre la necesidad y la falta de ayuda
Paola: “Tenemos como 35 niños, antes eran más, como 50 pero como está la situación actual, no nos alcanza y no nos están dando ayuda de ningún lado. Hoy dimos mate cocido con tortilla, hicimos una vaquita y compramos. Al lugar no solo vienen menores, sino adultos mayores, señoras con muchos chicos y personas enfermas, hay de todo y por eso no queremos cerrar. Esperamos que la muni nos de algo, nosotros estamos todos los jueves. Se ve la necesidad, por eso seguimos sino ya hubiéramos cerrado”.
Alicia: “La verdad que lo estamos sosteniendo a pulmón, nos gustaría dar más días dos o tres veces a la semana pero no nos alcanza. Nosotros cobramos el Potenciar y trabajamos aparte y con eso sostenemos. Se ve la necesidad y no solo en los chicos, hay mamás con muchos niños que no pueden salir a trabajar y no les alcanza, por eso seguimos. Ahora lo estamos sintiendo pesado porque cada vez son más chicos y nos gustaría brindarles leche pero está caro. Esperamos que la municipalidad nos dé una mano con o indispensable como azúcar, leche o aceite. Hay muchos chicos que no completan las comidas diarias”.
Cristina: “Yo vengo y ayudo, ellas son mis amigas, yo vengo para ayudar a los chicos. Hago bizcochuelo o pastaflora y les traigo”.