Ocurrió este fin de semana en un sector del barrio Alto Comedero. Los vendedores aseguraron que se reunirán con otras víctimas para denunciar y llegar a las últimas consecuencias. Según la versión de los afectados, cuando el delivery regresó al domicilio a exigir el pago se dio con la novedad de que nadie vivía en la casa donde se entregó el alimento.