“Los números de la provincia son calamitosos”, define el letrado sampedreño sobre el desbalance entre fondos disponibles y deuda adquirida sobre el erario estatal. Una deuda que escaló exponencialmente durante los ochos años de administración Morales-Sadir y cuya composición se encuentra mayormente en moneda extranjera.
Las "calamitosas" cifras de la provincia que auto-heredará Carlos Sadir
El abogado Juan Giusti, quien hace un seguimiento de los ejercicios contables del gobierno jujeño, participó de Sobremesa (Canal 2) donde ratificó el mecanismo de ajuste salarial, para cumplir con la deuda adquirida a favor de un cambio de matriz productiva que parece no rendir lo prometido.
Giusti recuerda en Sobremesa (Canal 2) que hasta 2021 la deuda se calculaba en 1.300 millones de pesos, un crecimiento superior al mil por ciento tomando como punto de partida los números que dejó Eduardo Fellner a su partida y más del 70% en dólares ¿Cómo se sostiene la provincia ante semejantes números en rojo? La respuesta tan simple como cruel, es bien conocida por los integrantes de la Intergremial: ajustando el gasto público, principalmente sobre los salarios de empleados estatales, cuya planta supera más de 92.000 trabajadores.
“El principal número que se va a autopasar Sadir es el atraso salarial. Vengo haciendo un seguimiento tomando como base el 01/01/2016 y mes a mes lo público en las redes, con la colaboración de muchos gremialistas. Antes de la gran lucha que encabezó Mercedes Sosa (secretaria general del CEDEMS) era del 125%”, explica el entrevistado coincidiendo con la mayoría de referentes sindicales que bregan por la reapertura paritaria.
Para Giusti el modelo de negocios impuesto por el primer mandatario jujeño alcanzó un estatus de “deuda humana”, sin una verdadera razón de ser. Fortalecer los bolsillos de tamaña masa de trabajadores ante la avanzada inflacionaria permite un efecto multiplicador que se vuelca sobre la actividad económica doméstica, teoría que los funcionarios provinciales no tuvieron en cuenta.
Los emprendimientos del Estado como: Girsu, Cannava, tren solar, cámaras ZTE, crédito educativo y principalmente los parques solares agotaron los fondos disponibles, por lo que aunque Sadir así lo deseara el 11 de diciembre, no podría recomponer el salario, a menos que incumpliera con los pagos y defaulteara. Crónica de un superávit mentiroso, la provincia recauda cada vez más entre recursos coparticipables, transferencias y recaudación impositiva pero es insuficiente ante tamaña deuda.
“Morales ató la deuda del Estado en una moneda que no recauda. Solo en el caso de Cauchari, la energía vendida a Cammesa es pagada en dólares, pero la construcción de los parques solares costaron el doble de lo presupuestado y la eficiencia solo alcanza el 76% de lo planeado originalmente”, explicó Giusti sobre el principal pilar del mentado cambio de matriz productiva, haciendo hincapié en los bonos verdes que debieron ser refinanciados como un ejemplo de una solvencia financiera que aparenta ser sostenible con precarización salarial.