Desde el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEOM), el referente Santiago Seillant se refirió al proceso oponiéndose a la iniciativa de regular la protesta de trabajadores y los cortes de calle y rutas.
Seillant dijo que estos cortes son la última instancia de un proceso de protesta que no fue contestado por el gobierno: hay algo grave como la falta de pago de sueldos o despido de trabajadores, se concretaron pasos administrativos, pedidos de audiencia, presentación de notas, y el Estado no dio soluciones al conflicto; ahí es donde se apela a los cortes.
“Acá se debate la protesta; a lo del corte lo usa el gobierno de Morales para estigmatizar y estereotipar a los dirigentes y organizaciones”.
Rechazo generalizado a la avanzada del gobierno contra la protesta gremial
La protesta, de acuerdo a Seillant, es el único camino “para visibilizar y cambiar esa realidad. Para que no haya protesta el Estado tiene que garantizar el trabajo, sueldos dignos y vivienda”.
También aseguró que distintas situaciones graves los obligan a salir a la calle, y exigió que haya leyes claras o cumplimiento de las establecidas.
“La Constitución dice que todos los trabajadores tienen que tener un salario mínimo vital y móvil y hay 2.000 empleados municipales que cobran $ 60.000. Habrá protestas si están vulnerados los derechos laborales, sociales, de alimentación y vivienda de los trabajadores”.