Como vienen haciendo durante cada octubre desde 2017, representantes de Puna y Quebrada volverán a unirse bajo una bandera de reclamo en común, aquella que flamea a lo largo de la Ruta Nacional N°9 en defensa de un bien tan preciado como el agua. Mineral que para los capitalistas del momento cotiza en la bolsa, mientras para las comunidades es una inversión invaluable para sostener su calidad de vida. La misma que se vería perjudicada por la avanzada de la reformada Constitución provincial.
Comunidades marcharán en defensa del agua y contra la Constitución
El próximo 01/10 iniciará la octava caminata por el agua y la vida, con la adhesión del repudio a la nueva versión de la Constitución provincial. Un año atrás habían advertido los peligros que implicaba su sanción frente a la supervivencia de las comunidades originarias, actualmente denuncian la confiscación de los recursos naturales gracias a la ambición política.
El Estado de alerta es permanente desde la edición anterior, donde lograron dilatar unos cuantos días el tratamiento de la ley que autorizaba la convocatoria a la convención constituyente. Hecho que de poco serviría ante los acuerdos espurios de la clase política. Pasó al nivel de urgencia durante el último junio, cuando desplegaron sobre rutas y caminos la protesta, recibiendo a cambio palos y contravenciones. Incluso el reclamo rompería el blindaje mediático más allá de los límites, al reeditarse en 3er Malón de la Paz asentado desde agosto frente a los despachos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Del 1ero al 12 de octubre hacemos la caminata que hacemos todos los años desde 2017. Salimos desde La Quiaca y vamos a llegar aquí, no solamente en un reclamo por el no a la reforma, también por la defensa del agua y protesta contra el festejo que realizan los estados jujeños y nacional por el día de la diversidad cultural”, detalla el antropólogo Gabriel Ontiveros sobre el próximo itinerario.
Los términos utilizados por el integrante de la comunidad Valiazo de Humahuaca durante su visita a Sobremesa (Canal 2) son tan drásticos como intimidantes: “pretenden la eliminación de los pueblos”, explica sobre las intenciones oficialistas para con los recursos esenciales de la región, posiblemente facilitados al mejor postor para su beneficio personal, deduce Ontiveros.
El articulado de la Constitución en referencia al agua, deja una idea de “confiscación”, quitando la potestad a los habitantes de la región, que ya se encuentra ante una virtual emergencia hídrica causada por la sequía y agravada por la acción del hombre. Incluso en los Valles, precisamente en Caspalá, una zona habitualmente verde y de buen volumen productivo “la supervivencia se vio afectada”, explica el entrevistado
La escasez de líquido elemental ha promovido conflictos incluso entre los miembros de comunidades, en cuanto al tiempo y uso aplicado sobre los ojos de agua. Tampoco existen recursos económicos para organizar obras de gran escala si no vienen del Estado, por lo que podría agravarse la convivencia aún más conforme muestre su desinterés para con los derechos de las comunidades originarias.
“Va a continuar el conflicto, el gobierno piensa que la paz se construye con la ley, a los balazos y la policía, cuando se construye dialogando con el pueblo, buscando consensos, no es posible si tenemos una Constitución que surgió de imposiciones”, concluyó Ontiveros ante la intransigencia del gobierno para replantear su avanzada sobre recursos que no les pertenecen, pero serán definidos a toda costa por ejemplo durante la 8va Caminata por el Agua y la Vida.