En ese sentido, la referente de derechos humanos, Nora Ferreyra, que participó de la reunión de una comisión de trabajo constituyente, comentó el proceso indicando que “está todo armado, hablan de la paz social cuando esta se construye con diálogo, buenos salarios, educación y salud. Las Constituciones en el mundo no cercenan derechos sino que los garantizan, y este es uno que quieren cercenar (el de protestar en la calle). Además, las Constituciones son normativas, no reglamentarias. Hablan de libre tránsito: entonces, que la mitad de la calzada sea para un derecho y la otra para otro, no cercenar un derecho”.
"Está todo armado", la sentencia de una participante en las reuniones constituyentes
Asimismo, recordó que “en los pactos y tratados internacionales el derecho a la protesta es superior al de libre tránsito. Otro de los temas que también preocupa mucho y no se habla en la reforma es que quieren sacar el derecho al voto. En la Constitución se establece que la parte legislativa se renueva cada dos años y la quieren renovar cada cuatro. Lo que es peor: el que sale electo primero lleva el 51%”.
“La división de poderes que está en la parte Legislativa tiene que controlar a la parte Ejecutiva; al tener el 51% no se puede hablar de control. Además, se quiere sacar a organismos como el Tribunal de Cuentas”, sostuvo.
En cuanto a la participación de distintos referentes sociales en el proceso de reforma, Ferreyra consideró que los convencionales constituyentes “no quieren citar; si lo hicieron fue por presión del algún Partido político, no porque tuvieran la intención”.