“Estamos peor que antes. Ahora se dedican a robar los cestos de basura. Los pagamos con tanto esfuerzo para que estos malvivientes se lo lleven. Los vecinos no pueden dormir porque no hay horarios para los delincuentes”.
Los vecinos reclamaron durante todo este año mayor presencia policial. Incluso lograron que se instale un conteiner para que funcione como un destacamento, pero solo cuenta con un efectivo policial.
La inseguridad no disminuyó. Al contrario, son los mismos vecinos que se defienden solos ante los delincuentes.
“Necesitamos que haya un patrullero que recorra más el barrio, que vigile las zonas donde hay yuyarales, lugar que aprovechan los delincuentes para esconderse allí y luego cruzan al barrio y roban”.
Cabe recordar que el pedido de mayor seguridad no es nuevo. Incluso la familia de Iara Rueda, la joven de 16 años asesinada en septiembre de este año, participó de esas manifestaciones. El femicidio de la joven conmocionó al barrio y, sin embargo, la inseguridad sigue haciendo estragos en el lugar.