"En la guardia no hay médicos, la gente espera de 3 a 4 hs y no hay ambulancias"
Realmente en nuestro Hospital no hay nada, que sepa el señor ministro y si no sabe manejarlo que se vaya. A los profesionales se les debe pagar bien. Le pido al ministro que venga a Alto Comedero a ver la cantidad de yuyos... No hay personal, la gente que viene a la guardia tiene que esperar entre 3 a 4 horas para ser atendido. Hay gente que ha muerto en la entrada sin atención y si te atienden te derivan al Pablo Soria, donde tampoco quieren atenderte porque existe el Snopek... No hay ambulancias, llaman al SAME Realmente en nuestro Hospital no hay nada, que sepa el señor ministro y si no sabe manejarlo que se vaya. A los profesionales se les debe pagar bien. Le pido al ministro que venga a Alto Comedero a ver la cantidad de yuyos... No hay personal, la gente que viene a la guardia tiene que esperar entre 3 a 4 horas para ser atendido. Hay gente que ha muerto en la entrada sin atención y si te atienden te derivan al Pablo Soria, donde tampoco quieren atenderte porque existe el Snopek... No hay ambulancias, llaman al SAME
Aunque fue anunciado formalmente bajo ese rótulo el 30/01/2018 cuando Gustavo Bouhid ya había tomado las riendas del Ministerio de Salud medio año antes, en tiempos del Dr. Mario Fiad también se dejaba ver una imperiosa necesidad de equipar los Hospitales del interior.
“Más allá de haberse desnudado la situación en la que el Nuevo Gobierno recibió la provincia, el gobernador Morales realizó definiciones claras para el desarrollo de la provincia y en especial en la descentralización del sistema sanitario con el objetivo de llevarle salud a la gente”, explicaba el actual senador por abril de 2016.
Básicamente consistía en la optimización integral del servicio, tras años de estancamiento/abandono, incorporando tecnología, recurso humano especializado y una administración de ambos elementos más equitativa en el territorio, sobre todo en los nosocomios de cabecera en ciudades demográficamente importantes evitando el traslado hasta la capital jujeña. Para no ser injustos con la revisión, varios objetivos fueron alcanzados en los años siguientes como ser: la reconversión de los Centros de Especialidades Norte y Sur, la adaptación del Hospital Sequeiros a la Ley de Salud Mental, la guardia de Salud Mental en el Hospital Gallardo y re funcionalización de su quirófano, la incorporación de un equipo itinerante de cirujanos, entre otros logros constatables.
Al mismo tiempo no fueron pocas las localidades que vieron pasar más anuncios que verdaderas refacciones, en Libertador Gral. San Martín pueden dar debida cuenta tras el derrumbamiento del Htal. Oscar Orías debido a un temporal mezclado con falta de mantenimiento. Hizo falta un embate natural para que el gobernador definiera la construcción del nuevo edificio y posteriormente se arrogara el logro.
Denuncias sobre privatización no faltaron, incluso se reprodujeron durante la pandemia cuando fueron mediatizados los acuerdos entre los barones del poder político. Hablar del menosprecio por la labor de enfermeros, médicos, camilleros percibiendo salarios indignos merece un capítulo aparte, pero en resumidas cuentas los reclamos tienen más de dos años de antigüedad, sumando nuevos capítulos semanales entre abrazos simbólicos y protestas que llegan incluso hasta la Casa de Gobierno.
Esta acumulación negativa de antecedentes terminó por desencadenar una ola de reclamos el pasado viernes. Incluso se llegó a pedir la renuncia del ministro Antonio Buljubasich. “La salud está en crisis”, “somos de primera línea pero no nos reconocen” y “Ayer éramos esenciales y hoy descartables”, fueron solo algunas de las contundentes de los enfermeros y médicos para manifestarse.