Aramayo afirmó que en la última década se consolidó un escenario dominado por el capital extranjero, particularmente por los fondos de inversión que controlan las compañías mineras. “Es fundamental conocer quiénes son los propietarios de las acciones de las empresas que operan en Jujuy. Hablamos de BlackRock, Vanguard, HSBC y JP Morgan”, señaló, al describir el entramado financiero que sostiene a los proyectos litíferos.
Litio en Jujuy: "El pueblo desconoce el verdadero nivel de ganancias que se llevan las empresas"
El economista y profesor emérito de la Universidad Nacional de Jujuy, Benito Aramayo, sostuvo que la provincia vive un proceso económico “profundo, opaco y sin control político” vinculado a la explotación del litio, cuyos efectos, según afirma, impactan simultáneamente en la economía, la política y la sociedad jujeña.
Ganancias extraordinarias y falta de información pública
El economista planteó que la explotación del carbonato de litio y sus derivados genera niveles de rentabilidad “muy por encima del promedio mundial”. “No podemos determinar con precisión si duplican, triplican o multiplican por diez la tasa de ganancia global del capital”, explicó.
Aramayo detalló que la firma Arcadium Lithium, hoy absorbida por Río Tinto, publicó un balance en el que declara ingresos por 1.107 millones de dólares en 2024. “El pueblo de Jujuy tiene que conocer que este es el nivel de ingresos que obtiene la empresa”, remarcó. También señaló que la producción no se limita al carbonato de litio: “Se están produciendo hidróxido de litio y butil litio, cuyo precio puede multiplicar por seis lo que se declara por los otros compuestos”.
Sin embargo, subrayó la falta de transparencia estatal. “El gobierno no informa ni está interesado en difundir la verdad sobre lo que ocurre con las litíferas”, afirmó, al acusar a la dirigencia política de ocultar información crucial sobre inversiones, ganancias y destino de los recursos.
Regalías: “Es un verdadero saqueo”
Uno de los puntos más duros de Aramayo fue la crítica al esquema de regalías vigente. Recordó que la ley minera nacional fijaba un 3%, pero que en Jujuy se redujo al 2% y posteriormente al 0,3 %. “Esto es diez veces menos de lo que establecía la ya cuestionada ley menemista. Es un verdadero saqueo de riqueza”, advirtió.
Según datos oficiales de la Cuenta de Inversión 2024, la provincia recibió alrededor de 11 millones de dólares por regalías. Aramayo calificó esa cifra como “irrisoria” frente a las ganancias declaradas por las empresas. “A la provincia le queda una miseria”, afirmó.
Consecuencias políticas y sociales
El economista sostuvo que este flujo extraordinario de capital modificó el equilibrio de poder en Jujuy. “El nivel de ganancia ha desplazado el poder económico hacia actores que no eran los tradicionales”, señaló, vinculando el fenómeno con decisiones legislativas que favorecen a las compañías y no a la ciudadanía.
También cuestionó el impacto sobre las comunidades originarias:
“Los recursos naturales de las comunidades (la tierra, las vertientes, los ríos) están siendo utilizados para servir a estos intereses. Y las comunidades no tienen un poder político que defienda sus derechos”.
“El pueblo ignora lo que está pasando”
Para Aramayo, la falta de control estatal agrava la situación. “Los organismos que deberían velar por los intereses del pueblo no funcionan: legislatura, poder judicial y ejecutivo son funcionales a las inversiones”, afirmó.
Sostuvo que no existe voluntad política de investigar la reducción de regalías ni el modo en que se garantizan ganancias extraordinarias a las compañías: “Nada de esto va a ser investigado, porque todo está imbricado con quienes toman decisiones en las distintas ramas del Estado”.
Un llamado a la discusión pública
El economista insistió en la necesidad de exponer ante la ciudadanía los datos reales del negocio del litio. “El pueblo de Jujuy tiene que saber de dónde salió el 0,3%, quiénes lo decidieron y por qué”, remarcó.
“Estamos viendo pasar fortunas inmensas hacia el exterior, mientras el Estado provincial no da respuestas a las necesidades básicas de la gente”, concluyó.
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