Rápidamente alguien contestó: “porque a partir de hoy se empieza a flexibilizar la cuarentena”, dijo en forma acertada.
Otro incluso había arriesgado antes una respuesta equivocada al decir “porque el gobernador quiere marcar las casas de los enfermos de coronavirus”. La noticia era correcta, pero de la semana pasada.
El episodio demuestra cómo lo que acontece en la provincia ubicada más al norte de la República Argentina se mete con frecuencia en la agenda periodística de los denominados “medios nacionales”, aquellos que por su nivel de penetración emergen desde Capital Federal y suelen alcanzar a casi todo el territorio.
Varios son los motivos por los que se presta atención en todo el país a la forma en que Jujuy va llevando su cuarentena.
La diferencia política de origen entre el gobernador Gerardo Morales y el presidente Alberto Fernández hacen que la gestión de la crisis sanitaria derivada de la pandemia sea gestionada con independencia, aunque a veces haya voluntad de sincronización. Esto genera roces inevitablemente.
Además, desde Buenos Aires se observa con incredulidad el riguroso método que va aplicando el gobierno de Morales para aislar a los jujeños de la circulación del COVID-19.
En ocasiones aparecen elogios y en otros malestar por lo que se interpreta como excesos.
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Desde el tercer día de marzo, cuando se detectó el primer caso de coronavirus en el país, hasta el presente, se advierten seis episodios por los que la provincia llamó la atención en todo el territorio.
- Apertura inédita de la cuarentena
La resolución del Comité Operativo de Emergencia, comunicada por Morales el domingo 19 de abril anticipaba que la semana que empezaba vería la reactivación de trabajos, oficios y hasta esparcimiento, como en ningún sitio de la Argentina.
Las repercusiones no tardaron en llegar. El gobernador habló con los periodistas Luis Novaresio y Reynaldo Sietecase, explicando de qué manera Jujuy iba implementando protocolos sectoriales que la provincia fue autorizando y que permitían el movimiento autorizado en las calles. El motivo principal: la provincia lleva 20 días sin circulación local del virus.
- Empleo doméstico, el regreso que hizo ruido
Entre las actividades autorizadas por el gobierno provincial, la vuelta del trabajo en casas particulares en su mayoría de empleadas, generó la reacción del sindicato que en la Capital Federal existe pero que en Jujuy no tiene representación.
Aunque no hubo una declaración oficial de funcionarios del gobierno nacional, medios porteños reflejan que tanto en el Ministerio de Trabajo como en la Jefatura de Gabinete, se sorprendieron con la medida.
- Testeos: 400 por semana en forma aleatoria
Otra de las disposiciones que concretará la provincia en las próximas horas será la realización de 400 testeos semanales en distintos domicilios, con el objetivo de llegar a casos no detectados o los denominados “asintomáticos”, aquellas personas que portan y transmiten el virus sin manifestar síntomas.
“Es un proceso similar a cuando usted realiza una encuesta de opinión. Vamos a ir a las casas, vamos a pedir consentimiento y vamos a realizar testeos”, dijo Morales en radio La Red y en Radio Con Vos.
El procedimiento, aseguró el mandatario, está inspirado en países que controlan con éxito la pandemia, como Alemania.
Más atrás en el tiempo, también puede ubicarse como una medida que fue anticipada por el gobierno de Jujuy, fue primero motivo de debate en el país y luego aplicada casi sin discusión.
Morales incluso fue protagonistas de un tutorial que se volvió viral en redes sociales fabricando su propio barbijo casero.
El hecho molestó a los especialistas del comité de epidemiólogos que asesora al presidente Alberto Fernández, quienes aseguraban que impulsar su uso ponía en riesgo el acceso del personal de salud a un insumo crítico y escaso sin que su eficacia justifique la masificación.
Esa discusión quedó superada y hoy hasta ministros del gabinete nacional, como el de salud, Ginés González García y de transporte Mario Meoni, brindan conferencias de prensa usando barbijos. También es de uso obligatorio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
- La suspensión de las clases
La polémica tuvo lugar no hace tanto. El 10 de marzo el gobernador Morales comunicaba que las clases quedaban suspendidas hasta nuevo aviso y dos días después, en una conferencia de prensa en el palacio Sarmiento, el ministro de educación Nicolás Trotta y su par de salud Ginés Gonzáles García, criticaban a la medida por haberse tomado de forma inconsulta.
“No hay razón desde el punto de vista epidemiológico, no fuimos consultados, me estoy enteré junto con ustedes”, respondió ante la consulta de JujuyAlMomento, el titular de salud en aquella ocasión. “Veníamos dialogando con la ministra y nos terminamos enterando por los medios”, amplió Trotta en diálogo con este medio en esa oportunidad.
En el plano político, cada uno de estos episodios representó acercamientos y roces entre el gobierno provincial y la Casa Rosada. Ambas gestiones parecen intentar construir una relación basada en la conveniencia mutua, pero la desconfianza es evidente y se materializa en cortocircuitos que trascienden cada tanto a las versiones oficiales.