Contó que se realizaron denuncias por estas situaciones, y que incluso, durante reuniones laborales online en su domicilio, “se los escuchaba de fondo insultándose, faltando el respeto, y uno tiene que convivir con situaciones innecesarias”. Apuntó contra el municipio considerando que “si cumpliese con lo que dicen las ordenanzas en cuanto a ruidos molestos, esta situación se evitaría”.
Recordó que hubo un proyecto municipal para reubicar las paradas pero quedó en la nada, y que la encargada del centro vecinal no avanzó en las negociaciones para que el mismo se apruebe.
Lo que necesitan, de acuerdo a Carlos, es que les den un espacio para que “no interrumpan el tránsito y no generen malestar en los vecinos con situaciones desagradables, porque tienen formas y maneras (reprochables) que con niños uno no tiene por qué vivirlas, y los mayores de edad no tienen por qué tratar con esto sujetos”.
También mencionó que hay ordenanzas en relación a ruidos molestos, “pero desde el municipio hacen la vista gorda”. Viven situaciones incómodas desde las 4:30 de la madrugada, de lunes a lunes, y no pueden descansar.
"No tengo problema con el trabajo de los interjurisdiccionales, no hablo de una nueva reglamentación, sino que podamos convivir en paz, que tengamos un ambiente sano, tranquilo, en paz", apuntó Carlos.