Porque a este episodio, el segundo de gravedad en esta prisión modelo recientemente inaugurada en la provincia, se suma a los inconvenientes dentro de las poblaciones con un homicidio perpetrado en el último tiempo, intento de motines y gran cantidad de secuestros de drogas y elementos prohibidos dentro de los establecimientos.
Esto, sin contar con que al menos dos bandas dedicadas a las estafas telefónicas, operaban con libertad dentro de las mismas prisiones jujeñas.
Un recuento de los hechos
El pasado 19 de junio se produjo un intento de motín en Chalicán, que dejó como saldo 20 agentes heridos luego del violento enfrentamiento contra algunos de los presos en el pabellón 3 B.
En aquella jornada, los incidentes comenzaron cuando un recluso debía ser trasladado a fin de ser notificado por un proceso disciplinario que tenía en su contra en esa unidad penitenciaria. Este detenido, tendría cierta ascendencia sobre el resto de la comunidad carcelaria, por lo que allí el resto de los internos comenzó a agredir al personal del Servicio Penitenciario, lo que desencadenó momentos de extrema violencia y tensión.
Las imágenes que se conocieron de este enfrentamiento, mostraron la magnitud de los hechos, además de dejar al desnudo la falta de elementos de protección para el personal actuante, ya que se vio que a puños limpios, tuvieron que contener la situación.
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En otro grave hecho, el martes 25 de junio del corriente año un interno de la Cárcel de Gorriti fue asesinado por otro condenado, quien lo atacó en un sector común con un arma blanca con la que le causó una profunda herida en el cuello por la cual se desangró la víctima.
Aquí se puso de relieve la falta de controles dentro de las instituciones, ya que el arma utilizada para el crimen habría sido sacada desde un taller de carpintería de la misma prisión.
Esto, sin mencionar que en esta misma unidad penitenciaria funcionaba una banda, con complicidad de familiares fuera de los muros de la prisión, que se dedicaba a estafar sobre todo a ciudadanos de Salta.
Las investigaciones llevadas adelante por organismos de Justicia de la vecina provincia, permitieron desbaratar este grupo de delincuentes.
Un caso similar, se registró recientemente en la Unidad Penal Nº 7 de Alto Comedero, donde se estableció que estaba el búnker que estafó a personal de Gendarmería Nacional de Misiones y personal judicial de la misma provincia.
En otros episodios menores de la falta de controles dentro de las cárceles, se puede mencionar la gran cantidad de drogas encontradas en los diferentes pabellones, ingresados clandestinamente.
