- Las intensas lluvias caídas durante la tarde y noche del miércoles inundaron varias áreas del Hospital Pablo Soria.
- El personal debió esforzarse para quitar el agua; denuncian el pésimo estado del edificio: roturas de caños, grietas, filtraciones, falta de personal e insumos
Funcionarios de Salud aseguran sus cargos mientras el Hospital Pablo Soria se inunda
Durante la noche del miércoles, personal del nosocomio de cabecera tuvo que ingeniárselas para sacar el agua de las instalaciones. Las lluvias volvieron a exponer la falacia del plan estratégico de salud. Una enfermera apuntó contra la clase política, denunciando el desinterés por ofrecer un servicio de calidad y el menosprecio por los trabajadores sanitarios.
El temporal que azotó la provincia de Jujuy causó mucho más que unas goteras e incomodidad en el Hospital Pablo Soria, desnudó entre videos ciudadanos y testimonios de quienes trabajan allí, el deplorable estado del pilar sanitario de nuestra provincia.
¿Cómo explicarle al contribuyente/usuario del sistema público de salud, que llovía tanto adentro como fuera del edificio? El temporal fue un fenómeno meteorológico fortuito en materia de respuesta sanitaria ante el riesgo de pérdida de vidas humanas, a diferencia de lo ocurrido en Bahía Blanca semanas atrás o Mendoza recientemente ¿Pero en qué condiciones hubiesen sido atendidos los pacientes si tal desgracia llegara a ocurrir?
“El Hospital Pablo Soria es el de cabecera, llega a haber un accidentado, sea quien fuere vienen a parar a nuestra guardia, porque el resto de los Hospitales públicos no están preparados para atender urgencias… Todas las especialidades a disposición están a manos de la población, pero somos nosotros quienes menos recursos tenemos, menos aparatología, no tenemos cobertura de techos, cañerías mal armadas, en quirófano el aire acondicionado está fuera de servicio, pusieron portátiles cuando están prohibidos según normativa internacional ”, afirmó con notable indignación la licenciada en enfermería Alejandra Campero.
Los trabajadores del Hospital no se han quedado callados ante el abandono, pero las notas pidiendo refacciones rebotan contra la negligencia presupuestaria. Aunque el personal ate con alambre, pongan su voluntad para sostener un edificio en decadencia, hay un límite para la improvisación y es popularmente conocido que en cuestiones de salud ese es un tabú.
Para el gabinete que dirige la cartera sanitaria “no hay plata”, paradójicamente parece sobrar cuando se trata de designar cargos jerárquicos: 78 funcionarios entre ingresantes y reubicados, destacándose entre ellos Daniela Bouhid y Alfredo Bouhid, familiares del ministro de Salud Gustavo “bacha” Bouhid.
En conocimiento de la nómina en cuestión, la licenciada Campero ofreció una analogía durante su charla con Radio 2, siendo que en el ámbito doméstico “los padres recortan sus privilegios priorizando el bienestar de los hijos, cuando el Estado ocurre al revés”.
“Los funcionarios públicos se aumentan los sueldos, otorgan cargos, pero recortan a los trabajadores. Quieren cortar los contratos Covid que alguna vez eran fundamentales y expusieron su vida y la de sus familiares”, afirmó la trabajadora sanitaria, reconociendo que el 70% del recurso humano es contratado, tanto en áreas administrativas como asistenciales, lo que implicaría en el corto plazo un desmantelamiento del personal.
Como fue publicado por JujuyalMomento, las cesantías se detuvieron días atrás, no sin protestas sindicales mediante, pero habría sido un impasse debido a la obligación de no desabastecer el sistema mientras se otorgan las licencias anuales por vacaciones de los trabajadores efectivos. No se descartar que finalizada la temporada podría retomarse el vaciamiento.
El destrato sumado a la precarización salarial ha generado una caída en la calidad de atención, especialmente entre los médicos, porque además de ser una vocación, la medicina es innegablemente una fuente de ingreso económico: “No vienen a trabajar con motivación. Vienen a marcar su horario, atienden algunas personas y se van. No cumplen la carga horaria que cumplimos el resto del personal sanitario. Que venga auditoría del Ministerio a verificar”, profundizó Alejandra Campero quien ponderó la labor de los enfermeros. Con salarios tan deprimidos, los profesionales priorizan su actividad en el circuito privado y las repercusiones negativas son cada vez más profundas.