Desde ese momento se fue avanzando con estrategias y la más factible y que se terminó incorporando fue la realización de clases virtuales, pese a que la educación a distancia ya venía suponiendo un desafío difícil de cumplir tanto para los docentes como para los alumnos.
Como se había advertido, la enseñanza virtual exponía la enorme brecha que existe entre colegios públicos y privados ya que no todos los alumnos cuentan con un celular o acceso a internet, sobre todo en las regiones como Puna y Quebrada.
Docentes marcaban que la efectividad de la enseñanza a distancia estaba en un 60%, ya que muchos chicos quedan afuera del sistema por no acceder a wi-fi o herramientas tecnológicas e inclusive porque sus hogares no son ámbitos propicios para este tipo de aprendizaje.
Esta situación se vio reflejada en las cifras oficiales que expuso la ministra Isolda Calsina en el último reporte del Comité Operativo de Emergencias, dando detalles de lo que denominaron “plan estratégico de emergencia covid-19”.
Los números marcan que en Jujuy son 190.927 alumnos en los niveles inicial, primario y secundario repartidos en 1.100 escuelas.
De ese total, casi 41 mil estudiantes no tienen internet: 40.865 “alumnos vulnerables” de zona rural (dispersa y aglomerada) y urbana vulnerable requieren otras estrategias, expusieron desde la cartera educativa.
Lo que significa que el 21% de niños y jóvenes han quedado fuera de la escolaridad todo este tiempo.
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Isolda Calsina, ministra de Eduación en el COE
El mismo informe da cuenta de 26.072 docentes quienes necesitaron información oficial clara, propositiva, guías y contenidos concretos para aliviar su tarea. Pautas para planificar aulas virtuales, trabajo a distancia y seguimiento de los saberes mínimos.
En este contexto, señalaron que solo hay espacio para los saberes esenciales ya que en la emergencia no hay tiempo para contenidos complementarios.
Nadie niega que la pandemia tomó por sorpresa a todo el pais y a las distintas áreas del gobierno local. En Jujuy fue acertada la antelación con la que se dispuso el cierre de escuelas, a punto tal que la medida fue imitada por Nación tras haberla cuestionado, sin embargo en medio de tal improvisación se vió perjudicado un porcentaje importante de alumnos que ya llevan más de un mes a la deriva y con un futuro incierto. Incluso resulta, si se quiere, un poco optimista hablar de 41.000 mil chicos sin internet si se contempla que muchos de los incluidos dentro de este segmento de estudiantes que continuaron recibiendo enseñanza disponen elementos tecnológicos mínimos y casi obsoletos o presentan dificultades para acceder a un servicio de internet.
El Plan de emergencia en Educación