Desde que inició el Ciclo Lectivo 2023, el área Educación ha estado envuelta en incontables problemáticas.
Pésimo estado de los establecimientos, falta de docentes, escaso personal de servicio, transporte para los educadores del interior, además de tareas complementarias como desmalezado han sido algunos de los motivos que provocaron reclamos, protestas y hasta tomas de escuelas.
Estas cuestiones alcanzan tanto a instituciones de capital como del interior y parece no importar si son edificios antiguos o inaugurados recientemente. Algunos ejemplos (ocurridos en el corto plazo) se dieron en Maimará, Santa Clara, Palma Sola, Caimancito, Perico, Palpalá, San Pedro, Libertador y Alto Comedero.
Ahora, un nuevo caso pone en alerta a la gestión de la cartera educativa encabezada por María Teresa Bovi.
Se derrumbó el techo de un sector de la Escuela N°460 “Padre J. Schonfeld” de barrio Norte.
Fuera de micrófonos, la directora del colegio manifestó que el hecho tuvo lugar en horas de la noche cuando no había cursado e incluso el mismo permanecía cerrado. Esto evitó que se trate de un mal mayor donde incluso podrían haber salido heridos los estudiantes.
Lo grave de la situación es que, según se supo, tanto padres como docentes e incluso directivos habían hecho reclamos solicitando mejoras edilicias para el lugar. Sin embargo, los pedidos fueron desoídos por el Ministerio de Educación.
Cabe recordar que un caso muy similar tuvo lugar hace solo un mes. A principios de marzo, se vino abajo parte del techo de una escuela en Villa Jardín de Reyes.
Parte de la estructura cayó en el ingreso al Colegio N°48 “Manuel Padilla” durante una jornada de clases. Afortunadamente no hubo lesionados pero la situación volvió a mostrar las falencias en la infraestructura escolar de la provincia.
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