Cuando el jefe de Gobierno porteño alcanzó los 405 días desde el inicio de su administración (07/12/2023) sorprendió al mundillo político al anunciar un severo ajuste de la planta política que compone su staff, eliminando 11 áreas y fusionando otras 4. La decisión implica un ahorro de más de 13 mil millones de pesos que en teoría se verá reflejado en áreas sensibles como seguridad, salud y educación.
Reducción del gasto público ¿Jorge Macri le primerió el plan al Chuli?
El intendente de San Salvador de Jujuy lleva tiempo pergeñando una refinada estrategia para ajustar las cuentas municipales, pero ser tan meticuloso le ha llevado 17 años de su tiempo. Aprovechando su imagen positiva, el jefe de gobierno porteño se apropió de la idea, anunciando una reducción considerable de los cargos políticos para generar un ahorro multimillonario, pero sin agradecerle al verdadero autor.
Al divulgarse la noticia, se especula que la indignación del intendente Raúl Jorge era más grande que los cráteres de Alto Gorriti. Su receta original para reorganizar la estructura municipal optimizando recursos y ajustando el derroche con la convicción de un líder experimentado le había sido arrebatada por un recién llegado.
Por estas horas se especula que en las oficinas de la Av. Éxodo se preparan para dar un contraataque legal ¿No podría denunciar a Jorge Macri por el uso ilegal de su propiedad intelectual? ¿Acaso Chuli no redujo la planta de funcionarios de la Municipalidad? ¿No eliminó las subsecretarías y subdirecciones que había inventado para cargos amigos? ¿No recortó el sueldo de los encargados de sus reparticiones?
Quitando el factor sarcástico de los primeros párrafos, la respuesta claramente es NO. En la ciudad se vive a contramano del ajuste a la política que impulsan desde Casa Rosada: durante los 17 años al frente de la administración pública municipal, el arquitecto Jorge ensanchó la planta de funcionarios de manera exponencial, a tal punto que superó los 200 miembros, entre secretarios, directores, coordinadores, asesores y administradores.
Mientras Jorge Macri celebró una reducción “del 10% de los cargos políticos, redujimos la cantidad de subsecretarías y direcciones generales, achicamos la flota de autos, y bajamos casi 20% la contratación de asesores y planta política”, para llegar a tener 15,37 funcionarios cada 100.000 vecinos de CABA cuando en la capital jujeña la relación es de 63,24.
Curiosamente los salarios de los secretarios, directores generales, asesores y jefes departamentales de ambas intendencias son similares, con la gran diferencia que a través del sistema Buenos Aires Data, los contribuyentes pueden saber como han ido variando los haberes durante el año, mientras que en Jujuy ese es un dato que ninguna intendencia ha revelado públicamente o pretenda hacerlo en el corto plazo.
En septiembre de 2024 un secretario porteño estaba cobrando $5.568.223,56 (en bruto) mientras que con el último aumento otorgado de 18,6% en noviembre, los ejecutivos jujeños superaron los $5.100.00 para rango equivalente, a pesar de la inmensa diferencia presupuestaria entre ambas ciudades.
Para el ejercicio 2025 la Legislatura porteña le aprobó a Jorge Macri casi $14 billones que repartidos entre los 3.121.707 habitantes contados en el último censo justifica una inversión per cápita de $4.464.544 mientras que en San Salvador de Jujuy será 10 veces menor.
Una de las muestras cabales del derroche se encuentra en el Concejo Deliberante, de hecho el presupuesto total para el funcionamiento del cuerpo deliberativo capitalino fue tan abultado que se metió entre los tres que más dinero dedican al gasto de un concejal y el 4° lugar entre los que más fondos totales administran solo por detrás de San Miguel de Tucumán, Rosario ($7.997.500.000) y Córdoba ($8.838.750.629) ciudades demográficamente mucho más poblados, por consiguiente con más del doble de concejales en comparación. Nuestros concejales recibieron un dietazo bimestral entre octubre y noviembre que elevó sus salarios incluso por encima del nivel de los secretarios.
Raúl Jorge parece haber confundido “cambio”, con una pausa muy larga que desluce los 17 años de gestión frente al incipiente primer año de Jorge Macri, quien se anima a romper las onerosas estructuras que han sostenido la política arcaica y destinar más dinero en educación, seguridad, bienestar social u otras áreas críticas. Aquí la premisa continúa siendo: hacer la plancha y esperar los desembolsos de Nación, aún cuando Milei tiene la intención de mantener las transferencias no automáticas en el más bajo nivel.