Aún cuando el precio promedio histórico por Kilovatio vendido está por encima de los 60 dólares calculados cuatro años atrás, la rentabilidad que auguraba Morales es hasta el momento 14,6% más baja, proyectada hacia 20 años estaría muy lejos de alcanzar los U$S1.200 millones que el contador calculaba.
La recaudación de Cauchari, así como ocurre con la renta de otras empresas administradas por el Estado (Cannava, Agua Potable-Xuma, GIRSU, Compañía de Seguros) se encuentra envuelta en misterios y falta de rendición de cuentas desde su concepción, sin mencionar las denuncias por sobreprecio en el montaje de la obra que tuvo lugar entre octubre de 2017 - septiembre de 2020. Fueron numerosas las oportunidades donde los funcionarios del gobierno jujeño arriesgaron cifras, a veces en clara contradicción con sus pares o sin dar especificaciones clave.
Por ejemplo el presidente del proyecto Cauchari Solar, Guillermo Hoerth, había anticipado antes de que fueran subidos los primeros megavatios al sistema interconectado nacional, que dado el potencial productivo en el marco de modelos hipotéticos iba a permitir "una ganancia neta de entre U$S15 millones a U$S20 millones anuales", no obstante y quizás víctima de la euforia, reconoció al mes siguiente (septiembre 2020) durante la inauguración que "la ganancia promedio anual alcanzaría los U$S25 millones".
Yendo más atrás en el tiempo, durante mayo de ese mismo año, en el marco de una conferencia del Comité Operativo de Emergencia (C.O.E.) constituido durante los momentos más álgidos de la pandemia de Coronavirus, fue el propio Morales quien anunció, sin aclarar en bruto o neto, un volumen de recaudación de exactamente "U$S1.200 millones en 20 años, energía que ya está vendida a CAMMESA con una buena garantía de pago a la provincia", a su criterio suficiente para saldar las deudas con los financistas: el Eximbank chino por U$S330 millones más el bono verde por U$S220 millones, este último refinanciado por la imposibilidad de pago en término requiriendo de un acuerdo con los acreedores en 2021 ante los inminentes vencimientos del capital.
Embed - Gerardo Morales anticipa que Cauchari recaudará U$S1.200 millones en 20 años
La falta de precisiones en la rentabilidad del proyecto Cauchari Solar es un tema de interés y preocupación pública, ya que ha sido dispuesto como fuente de fondos o una suerte de garantía en otros programas como el crédito educativo por más de U$S300 millones, a criterio del ex gobernador porque "nos sobra para poder cancelar el crédito, con la ganancia de venta de energía la mejor decisión era invertir en educación", también respaldaría el gasto de U$S10 millones efectuado para la compra de las duplas eléctricas que fueron integradas al Tren Turístico de la Quebrada, según declaraciones del ministro de Turismo y Cultura, Federico Posadas.
Según consta en información oficial del Ministerio de Hacienda jujeño, entrecruzada con información del Ministerio de Economía nacional, la deuda pública de Jujuy creció 1000% en los últimos 8 años, en gran parte por la toma de créditos en dólares devenido de Cauchari y otros proyectos como los antes mencionados, que provienen de organismos financieros internacionales. Las cifras que llegaron hasta manos del abogado Juan Giusti y se publican junto a un descargo de su autoría (abajo) deben mantener en sobre alerta a los contribuyentes jujeños, especialmente a los asalariados del sector estatal que han funcionado hasta aquí como variable de ajuste para garantizar el superávit fiscal. Porque aún cuando los vencimientos por U$S65 millones previstos para este ejercicio no sean completamente deuda solar, la información oficial que recopiló el abogado no solo da cuenta que Cauchari no sostiene todos los emprendimientos que el gobierno pretende cubrir, tampoco se autofinancia con su renta.