Lucas Cazón, funcionario de ambiente de Monterrico, detalló a Radio 2 que muchos de los damnificados fueron quienes habitan en viviendas precarias.
Indicó que fueron más de 20 familias las afectadas, de las cuales sólo 9 aceptaron ser evacuadas en el CIC del barrio, mientras que el resto prefirió quedarse en su casa por temor a la inseguridad.
Cazón cargó contra la anterior gestión por la falta de obras de infraestructura.
Por su parte, Guillermo Siri del Comité de emergencias provincial explicó que el barrio "se encuentra sobre Ruta 42, que es una ruta que está limitada por dos canales que cuando llueve se inunda". Mencionó que se hicieron obras pero rebalsó otra vez.
Una de los vecinas afectadas, brindó un duro testimonio, “tengo todo inundado, los muebles con los que me ayudaron, por segunda vez todo mojado, el cemento que tenía para construir también se mojó. El agua se llevó las zapatillas, todo lo que estaba en el piso”.
Otra vecina cansada de pasar por lo mismo relató que “la primera vez que me inundé mi hija tenía un mes de nacida y ahora tiene 6 años. Nunca me pudieron ayudar en nada, les dije que pasen al fondo que tengo ahí los muebles tirados que ya no sirven”.
Según se pudo conocer las manzanas afectadas son siempre la 13, 14, 15, 27 y 49.
Un vecino afectado contó, “El agua se desborda en la manzana 14, llega a dos o tres manzanas más y en las partes más bajas el agua llega a los 70 u 80 centímetros”.
“Hace masomenos un mes se inundó la manzana 14 y 49, vinieron a socorrernos de parte del municipio y de Jujuy, pero no supieron reconocer las pérdidas, ni un colchón. Desde Jujuy dijeron que mandaron pero no nos entregaron”.
En esta oportunidad desde el Ministerio de desarrollo humano dieron a conocer que se enviaron colchones, agua envasada, mercadería para atender a damnificados en el CIC y que además se distribuyeron frazadas, colchones, refuerzos alimentarios, mobiliario básico y chapas para quienes sufrieron pérdidas.
No obstante los vecinos siguen insistiendo con que se realicen las obras que se requieren para no inundarse más.