“Que se apuren los visitantes, en unos años van a quedar muy poco de la Quebrada”, reflexiona trágicamente el referente de la comunidad Valiazo en referencia al rol que tiene esta región geográfica jujeña dentro de la actividad turística y la falta de protección que ha recibido por parte de los distintos gobiernos.
Antropólogo expone: "Los gobiernos promueven la desestructuración social en la Quebrada"
Gabriel Ontiveros analizó el impacto que ha sufrido la región desde que fuera reconocida como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Nadie pone en duda el éxito que han tenido pueblos como Purmamarca, Tilcara y Humahuaca ante cada periodo vacacional o fin de semana largo, pero estaba/están realmente preparados para las exigencias de un creciente público nacional e internacional. Para el antropólogo local Gabriel Ontiveros, como tanto otros críticos antes, el reconocimiento de Patrimonio Mundial ha implicado un desgaste natural y humano, en alusión a los pobladores.
“La declaración tuvo buenos augurios, fue una esperanza para Jujuy, pero esos buenos objetivos de la UNESCO, las metas y directrices no fueron bien aplicadas por el estado nacional, provincial y municipales. Por eso tenemos una problemática social y natural grave en toda la Quebrada”, recordando que la vida, especialmente de las comunidades originarias, forma una unión homogénea con la naturaleza, ambas perjudicadas en teoría por los intereses político-económicos.
A criterio del comunero, la clase política jamás buscó adecuar el reconocimiento de la UNESCO en beneficio del lugar que lo obtuvo. Por el contrario se priorizaron los emprendimientos comerciales, destruyeron reliquias como en Caspalá, desplazaron población económicamente vulnerable formando asentamientos precarios y hubo un daño a la forma de vida tradicional.
“Los territorios en la provincia de Jujuy tienen sus dueños sean las comunidades o propietarios privados, el Estado se ha adueñado para ellos o terceros…No ha generado fuentes de empleo, en todo caso muy poco”, esta serie de acontecimientos negativos desde la perspectiva de Ontiveros promovieron la “desestructuración social”, porque si bien los quebradeños abrazan todas las buenas voluntades que deseen aceptar su idiosincrasia, ya no pueden darse el lujo de entregar su visión del mundo.