Palpalá: Pasaron tres gestiones y el estado de la terminal es cada vez peor
Pisos y asientos sucios, techos oxidados, puertas que se caen a pedazos y hasta ventanas que no tienen vidrios, la postal del abandono de una de las terminales más importantes de la provincia. Así la dejó Alberto Ortiz, pasó Pablo Palomares y ahora está Rubén Rivarola y ninguno gestionó mejoras.
La terminal de Palpalá es hoy, más que nunca, la prueba del desencanto oficial, y la falta de visión en materia turística.
Una estación de ómnibus que se cae a pedazos es el reflejo de un municipio que no progresa, esa es la imagen que se lleva la gente que arriba al lugar y se encuentra hoy con un edificio abandonado. Una realidad que si bien arrastra desde hace años, se profundizó en los últimos meses.
La postal es triste: Pisos y asientos sucios, techos oxidados, puertas que se caen a pedazos y hasta ventanas que no tienen vidrios. No hay resguardo del viento ni el frío.
Así la dejó la gestión de Alberto Ortiz y así está ahora. Pasaron por la intendencia Pablo Palomares y ahora Rubén Rivarola y ninguno hizo ninguna gestiones para concretar mejoras en el lugar.
Eduardo Guerrero, un boletero realizó duras críticas por esta situación: “La gente se cae, no arreglan nada, los techos se están cayendo. Necesitamos los arreglos que corresponden”.
“Los baños están cerrados, las puertas están rotas y nos robaron en la terminal, no hay ni policías que cuiden”.