- A pocos meses de iniciada la obra en Zona Franca Perico se desplomó la estructura metálica de un galpón.
- El proyecto ya llevaba más de año y medio de retraso desde las primeras predicciones que brindó el ex ministro Abud Robles.
- Ninguna voz oficial salió a aclarar las causas del accidente, tampoco los daños económicos o retrasos en el plan de ejecución.
Los proyectos del oficialismo caen como un castillo de naipes
El galpón de la Zona Franca en Perico fue derribado por una ráfaga mientras que su equivalente en el extremo norte ni siquiera levanta vuelo. Días atrás el presidente del Ente de Administración de Zonas Francas confirmaba con satisfacción "el avance en torno al 40%". La obra ya lleva quince meses de retraso ¿Cuánto más va a demorar?
“La mentira vive en un castillo de naipes temiendo al viento”, reza uno de los microcuentos de la autora española Clara Gómez (@clara_microcuentos), de no ser por su antigüedad la inspiración podría tranquilamente provenir de las ruinas del galpón mal diseñado en tierras periqueñas.
Aunque el episodio tuvo lugar el pasado sábado, cuando la región entera fue sacudida por fuertes vientos, ninguna explicación oficial fue divulgada. Gobierno provincial, JEMSE o siquiera la constructora JUMI sacaron un comunicado, aunque simple vista se trataría de “algo más” que un simple infortunio climático.
Expertos coinciden en que la perfilería no estaba bien apuntalada para una obra de semejante altura, el problema no fueron los materiales, aptos para la construcción en zonas ventosas y pasibles a los movimientos de tierra (sismos). Hubo de base una mala planificación/ejecución. Como dato curioso el cartel de obra, mucho más sencillo y precario resistió sin problemas.
Paradójicamente a pesar de los retrasos que acarrean las zonas francas de Perico y La Quiaca (por otras cuestiones), el presidente del Ente Administrador Martín Luque se autofelicitaba ante el área de prensa gubernamental el 20/10 al afirmar un “avance de obra en torno al 40%”.
Se trata del mismo galpón que sucumbiría días más tarde; con el vaso medio lleno, no hubo que lamentar heridos. Quizás el principal perjudicado será el erario público, otra incógnita sin contestar hasta el momento ¿Existe alguna especie de seguro? ¿Qué materiales se pueden recuperar? ¿Quién es el responsable? ¿De cuánto es el retraso esta vez?
Quedarán en el archivo sus declaraciones optimistas, evidentemente apresuradas, sobre la velocidad que tomaría el proyecto en un escenario hipotético donde el viento no se lleva puesta ninguna estructura:
“La primera etapa costará cerca de 500 millones de pesos, lo bueno es que lo hace una empresa privada y los fondos ya están asignados. Cuanto más rápido trabajen, más rápido cobrarán eso nos asegura que se cumpla en tiempo y forma. Son 12 meses, cuando se termine hay que ir aduana para que venga y lo habilite. Tras la habilitación calculamos más o menos en cuatro meses estaríamos, es decir 16 meses”.
La credibilidad oficial podría volver a ser puesta en duda como ha ocurrido con otros proyectos de similar envergadura, también contemplados en el ambicioso Plan Maestro Plurianual 2021 – 2023: los trenes de tramos cada vez más cortos, la baja producción de energía fotovoltaica en Cauchari, la falta de rendición de cuentas sobre CANNAVA.
En tanto la campaña electoral sigue y la fiebre anuncialista también. Luque se muestra cerca de los candidatos oficialistas en su recorrido por el interior; el mismo día que se desplomó el galpón en la Zona Franca el presidente del Ente publicaba con orgullo en sus redes la participación “de la reunión Ordinaria del Consejo Federal de Zonas Francas”, con el objetivo de modificar a futura la legislación 24.331 sobre disposiciones para territorio aduanero especial ¿Qué beneficio traerá a Jujuy si aún no pudo levantarse el primer galpón?