Palpalá, Alto Comedero, Yuto, barrio 12 de octubre; parece que no hay un solo barrio, ciudad o localidad a salvo de la delincuencia. Los vecinos se cansan de llamar a la policía, las autoridades desoyen pedidos y reclamos, y la justicia tiene que hacerse por mano propia, arriesgando la vida y el bienestar ante la inacción de las fuerzas.
En lugar de remitir, la delincuencia crece y se va adueñando de cada pueblito, localidad y ciudad a pasos cada vez más agigantados, como en el caso de León, cuyos vecinos se sienten desprotegidos ante los hechos de inseguridad que se viven allí día a día.
Cristian Aisama, residente de la localidad, sostuvo que hace más de 10 años que piden más policías para la jurisdicción (que abarca San Pablo, Yala, León, Lozano y Tiraxi) pero aun no tienen respuestas.
Hay 15 efectivos para cubrir la zona, y se consideran insuficientes.
“Hay un control caminero pero no quieren encargarse de nuestra seguridad”, dijo Aisama, y agregó que la última vez que se reunieron con autoridades policiales y del Ministerio de Seguridad fue hace 3 años, cuando les dijeron “que darían soluciones pero la inseguridad sigue creciendo”.
Robos, falta de iluminación e incipientes consumo y venta de drogas preocupan a los residentes, quienes indican que cada vez que recurren a la policía por cualquiera de estas situaciones les dicen “que falta personal, no hay disponibilidad o no hay patrulleros”.
En León los vecinos sufren la inseguridad y piden más policías