El jefe de la comisión electoral del país y viceministro del Interior, Yamal Orf, informó de que Raisí obtuvo 17.800.000 votos de un total de 28.600.000 papeletas escrutadas hasta ahora, es decir, el 62 % de los votos.
Estos 28,6 millones de votos, aunque no es el total definitivo, indican una participación inferior a rondas anteriores, ya que estaban convocados a las urnas más de 59 millones de iraníes.
Los otros tres candidatos eran Mohsen Raisí, que obtuvo 3,3 millones de votos; 2,4, Abdolnaser Hematí; y un millón Amirhosein Qazizadeh Hashemí. Se entiende que el resto de sufragios han sido en blanco o inválidos.
El único candidato moderado que concurría en los comicios, el ex gobernador del Banco Central Hematí, reconoció al clérigo ultraconservador como vencedor en un mensaje en su cuenta de Instagram.
En las presidenciales celebradas ayer estaba clara la victoria de Raisí debido a la debilidad de sus contrincantes, y lo que generaba más incertidumbre era la participación, muy importante para legitimar el sistema teocrático iraní.
Raisi, de 60 años, es un juez y clérigo de línea dura, conocido por su papel en la ejecución masiva de miles de presos a finales de la década de 1980. Durante la corta campaña presidencial prometió hacer frente a “la pobreza y la corrupción, la humillación y la discriminación”. De esta manera equipara los graves problemas económicos que atraviesa el país con “el orgullo” de la revolución islámica de 1979 y los conceptos religiosos shiítas.
Fuente: infobae