En la "redada traicionera sionista", tal como calificó a este hecho el grupo islamista palestino, también murió un guardaespaldas de su jefe político. Nadie se atribuyó la autoría del ataque, pero las sospechas recayeron de inmediato en Israel, que en abril pasado mató a tres de sus hijos y a cuatro nietos en un bombardeo en Gaza.