El municipio de Palpalá sigue desoyendo las demandas de los residentes de diversos sectores. Los vecinos deben cortar los pastos por sus propios medios y a esto se suma que les cobran por servicios con los que no cuentan. La inseguridad sigue en aumento.
Palpalá no deja de sorprender por las falencias que existen en los barrios y que el municipio desatiende sistemáticamente.
Recientemente, se conoció la situación en el barrio San José, más específicamente en la calle Caspalá de las 96 Viviendas, donde los vecinos tienen que realizar el prendido y apagado del alumbrado público de forma manual y por sus propios medios.
En la misma calle, los residentes sufren por la falta de recolección de residuos, los hechos de inseguridad, grupo de personas que se drogan en el espacio público y los espacios verdes con pastos altos.
Elisea es vecina de las 96 Viviendas de barrio San José en la ciudad siderúrgica, y relató que es “imposible” vivir en el sector con varias carencias.
“Se meten a las casas, no podemos dejar a los chicos solos”.
“No tenemos recolector de residuos. Hace meses. Quizás una vez a la semana pero no vuelven más”.
“El espacio verde lo cortamos entre los vecinos. Ponemos unos pesos y el vecino de enfrente tiene la máquina y cortamos. Si no fuera por los vecinos, ese espacio verde sería un monte”.
“Tenemos que pagar un sereno”.
“El alumbrado lo prendemos nosotros y eso que no cobran”.
“Estamos cansados. Que el intendente vea la forma de solucionar. No hay forma de vivir pagando impuestos”.
Por su parte, otra vecina del barrio, María, manifestó su preocupación ante la falta de recolección de residuos.
“Estuvimos casi un mes sin recolección de residuos con la excusa de que el recolector que venía pasando hace dos años nos dijeron que no les correspondía la zona. Llegaron a levantar los residuos de la cuadra de enfrente pero la nuestra no”.
“En la misma calle, en una cuadra no había basura y enfrente sí. El olor era insoportable, no podíamos tener las bolsas dentro de nuestra s casas. Sumado a esto, las moscas y la maleza. La salud de los niños y nuestra en la zona era insoportable”.
Lo preocupante de la situación es que en el barrio se adjudicaron viviendas pero no se garantizan los servicios.
“Hace dos semanas comenzaron a llegar las boletas de alumbrado, barrido y limpieza, tres servicios con los que no contamos. Es más, hay vecinos que recibieron boletas retroactivas de servicios”.
