El primer hecho, ocurrió en El Piquete se trata de Deborah Cano, una joven de 29 años, madre de dos hijas (2 y 8 años) que además estaba embarazada de 8 meses cuando fue brutalmente asesinada por su ex pareja, quien habría confesado el crimen . El segundo hecho, tuvo lugar en una vivienda del barrio 23 de Agosto de la ciudad de El Carmen, la víctima es Jorgelina Carmen Cruz quien fue apuñalada en el pecho por su ex pareja de 40 años, las heridas de arma blanca le provocaron la muerte.
Ambos asesinatos vuelven a poner sobre la mesa la falta de acciones directas del gobierno para contener los casos de violencia de género. En el país 1 mujer es asesinada cada 21 horas y a su vez, muestran un dato que habitual en los balances de los femicidios: los asesinatos son perpetrados en su mayoría por parejas o exparejas de las víctimas.
Ante ello, Carla Taritolay, Integrante de Mujeres de la Matria Latinoaméricana (MUMALA), se refirió a la alarmante cifra sobre los registros de femicidios a nivel nacional: "Teniendo en cuenta los datos de este año nada más, nos dio 269 mujeres asesinadas en situaciones de violencia y de esa son 170 femicidios, sin contar los de éste mes en Jujuy, una mujer asesinada cada 21 horas en este país”.
A su vez, mencionó que el 55% de los crímenes violentos sobre las mujeres por razones de género es cometido por parejas o ex parejas de las víctimas, un 17% por hombres conocidos y un porcentaje menor por una persona desconocida.
También hizo hincapié en los protocolos que se deben activar en estos casos de violencia. Apuntó que hay un mecanismo del Estado que está fallando: “Hay una gran falencia, ya que varias de las mujeres asesinadas habían realizado denuncias previas, más o menos el 20% o 25%, con estos datos son casi 30 casos donde podría haberse evitado el asesinato si el Estado, la policía, la justicia hubieran hecho su trabajo. Si hay denuncias es porque esa persona es peligrosa y un posible femicida, el Estado no le da la importancia y luego vemos al final que esa persona mata a las mujeres, daña familias y principalmente hijos”.
Sin embargo, pese a las oficinas que fueron creadas con el fin de velar por la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, el malestar no cesa: “Se crearon muchos centros de atención en la provincia, pero hay muchos reclamos de las mujeres hacia esas oficinas. El problema es que tienen muy poco personal y en algunas oficinas no funcionan todos los días, no tienen acceso a una psicóloga de manera inmediata, le dan turno de acá a un mes o dos meses, pasa igual con los abogados. Si no tenés personal suficiente o idóneo hay una falencia que se está viendo y que se tiene que revisar”.
En la misma línea, expresó que en muchos casos no se respetaron los protocolos de actuación ante casos de violencia de genero y responsabilizó a las instituciones por esta realidad: “Tenemos una justicia patriarcal, vemos muchas personas que tienen que ver y que están involucradas en que se perpetre el femicidio. Hay personas que encubren y esas personas también son responsables, es importante que el foco este en todos los espacios que son culpables de los femicidios y de que las mujeres sufran violencia y las personas que trabajan en esas instituciones son responsables”.
Todavía tenemos mujeres que siguen siendo maltratadas, cuando van a denunciar por una desaparición no se la quieren tomar. Seguimos en la lucha, en los barrios hacemos trabajo territorial y cuando estamos mano a mano con las victimas vemos todo eso Todavía tenemos mujeres que siguen siendo maltratadas, cuando van a denunciar por una desaparición no se la quieren tomar. Seguimos en la lucha, en los barrios hacemos trabajo territorial y cuando estamos mano a mano con las victimas vemos todo eso