Santos Mamaní es un comunero y productor ganadero de Cusi Cusi que sirve como ejemplo de la desesperación del sector en esa zona de la provincia. A las pocas lluvias que cayeron desde el verano pasado se suma el poco caudal en los ríos de la zona, que afecta directamente a los pastajes y, por ende, al ganado que se cría en el lugar.
Alerta y preocupación por sequía y muerte de ganado en Cusi Cusi
Dijo que ya comenzó la muerte de animales por esta situación; aproximadamente 90 cabezas entre ganado de pequeño y gran porte, y aunque se planteó la situación, no hay respuestas ni ayuda desde el Poder Ejecutivo ni desde el Ministerio de la Producción.
“Nunca nos llamaron para saber cómo estamos o qué necesitamos, desde 2015”, dijo Mamaní. Tampoco obtuvieron ayuda cuando intentaron buscarla en Buenos Aires u otros ámbitos, sólo pedidos de relevamiento de productores o información similar, pero nada más profundo.
Por su experiencia, y las de sus antepasados, saben que cada vez será más difícil abastecerse de agua, y que la falta de la misma profundizará la mortandad del ganado. El mejor panorama que tienen es que las lluvias se retrasen y lleguen hacia febrero o marzo del año que viene. Hay productores de quinoa que están trabajando en sus campos, pero no necesitan mucha agua y podrían organizar la cosecha, pero sin muchas seguridades.
“Como no hubo mucha agua el verano pasado el panorama es complicado. Desde el Ministerio de Producción pidieron un listado de productores pero no vemos ni un fardo de alfalfa. Pregonan la producción de litio pero no hay asistencia para los productores ganaderos”.
Perder solo una llama significa perder $50.000, y no participaron de la “Caminata del Agua” por desconocimiento, debido (consideran) a la falta de comunicación entre dirigentes.