Los productores jujeños, sin importar su tamaño ni a lo que se dedican, están cada vez más comprometidos.
Los costos de la actividad los ponen en constantes problemas; se sienten ahogados impositivamente, declaran que se están fundiendo en cuotas, y su situación desesperada los lleva al borde de la extinción.
Esteban Jiménez es un productor hortícola (y representante de la Federación Nacional Campesina) describió su realidad y la de todos sus pares: la falta de agua y la sequía produjeron pérdidas importantes para todo el sector que sigue sin recibir ayuda del gobierno, a pesar de haber solicitado ayuda a la Dirección de Recursos Hídricos.
“Dan agua para pocos, pero entre 700 y 800 productores no tienen agua”, dijo.
También se presentaron ante funcionarios del Ministerio de la Producción esperando que se declare la emergencia por sequia, pero siguen sin tener respuestas al respecto.
“El compromiso era ayuda para afrontar las perdidas, por las crecidas, por la sequia, que rondan el 80%”.
Una ley de arrendamiento que regule los pagos de alquileres de tierras les vendría bien, según Jiménez, indicando que próximamente pedirán un fondo de semillas y abono, organizarán una reunión de referentes para conocer la situación de cada sector, y exigirán al gobierno que los ayude.
