Desde el Gobierno de la Ciudad detallaron a TN que en las alcaidías porteñas hay 1147 detenidos cuando la capacidad máxima es 798; en las comisarías, hay 456 en lugar de los 243. A la vez, otras 229 personas están a la espera de alojamiento.
Esta situación comenzó en la pandemia y se agravó con el tiempo (pasó de 60 detenidos a 2000 en dos años). Hoy el 14,4% (281) de los detenidos ya está condenado y el otro 20,8% (394) está a la espera de una resolución judicial y el 64,4% (1223) tiene prisión preventiva. A su vez, desde la Ciudad detallaron que el 90% de los detenidos es por delitos nacionales o federales.
Por este motivo, el gobierno porteño implementará un plan para que, en un lapso de seis meses, haya 600 detenidos menos en la Ciudad. De esta manera, habrá mayor control y se evitarán las fugas.
El plan incluye la construcción de una alcaidía en la zona sur de la ciudad, la instalación de una estructura de módulos en los predios de tres comisarías porteñas, la incorporación de 2.000 tobilleras electrónicas, el pedido de extradición de extranjeros detenidos y la finalización de las obras en la cárcel de Marcos Paz.
Con este programa a largo plazo, el gobierno de la Ciudad busca que 300 detenidos queden ubicados en módulos, otros 300 en la nueva alcaidía y que alrededor de 340 extranjeros sean extraditados. A esta redistribución se le sumarían las tobilleras electrónicas que permitirían tener detenidos con prisión domiciliaria.
Para poder llevar adelante todas las medidas, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, avanzará en un Decreto de Emergencia edilicia en alcaidías y comisarías de la Ciudad de Buenos Aires.
Tobilleras electrónicas para delitos menores
Una de las primeras medidas para mejorar la superpoblación de las comisarías será poner a disposición de la Justicia alrededor de 2.000 tobilleras electrónicas para los detenidos en tránsito o aquellos que estén acusados de delitos menores.
El objetivo es que varios de los presos que están acusados por delitos menores (como puede ser una estafa) puedan pasar a tener un régimen domiciliario y que queden controlados con el uso de una tobillera electrónica.
Sin embargo, la decisión dependerá del fallo de un juez, por lo que la Ciudad solamente podrá aportar la tobillera electrónica para que esa persona pueda estar monitoreada si la Justicia así lo resuelve.
Desde el gobierno porteño aclararon que esta medida no se aplicará para quienes tengan una condena firme, ni para aquellos acusados por hechos graves.
El monitoreo de las tobilleras dependerá del delito. Si se trata de un delito federal, se deberá encargar Nación; mientras que si corresponde a la Ciudad, deberá hacerlo la policía porteña.
La nueva estructura de módulos
A su vez, el Gobierno de la Ciudad instalará 19 módulos de detención que tendrán una capacidad para 300 detenidos. Estarán ubicados en la Comisaría Comunal N°12 de Saavedra, la Comisaría Comunal N°15 de Chacarita y la Comisaría Comunal N°4D de Barracas.
Algunos módulos ya están en construcción, pero el plazo de instalación demandará alrededor de 90 días. Desde la Ciudad, esperan que en tres meses ya puedan ser reubicados 300 presos. En cada comisaría se abrirán 80 plazas con cinco módulos cada uno, a razón de 15 personas por cada módulo.
“Es una tecnología superior a la de las comisarías”, señaló el secretario de Seguridad y Jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz. Los módulos cuentan con baños, algo que no tienen ni las comisarías ni las alcaidías, y los detenidos, además, tendrán lugares de esparcimiento.
Una nueva alcaidía en la zona sur de la Ciudad
Más allá de la instalación de los módulos, se aprobó la primera parte de la licitación para comenzar las obras de una alcaidía central en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, que ofrecerá 300 plazas para ubicar detenidos.
La nueva alcaidía estará ubicada en la Comuna 8, sobre la colectora que está en La Ribera, prácticamente en el límite con la localidad bonaerense de Villa Caraza, partido de Lanús. Las obras demorarán un año aproximadamente.
Las obras en Marcos Paz
Por otro lado, el gobierno porteño retomará las obras en el Complejo Penitenciario Federal II de la localidad bonaerense de Marcos Paz, bajo un convenio que busca trasladar a los presos que están en la cárcel de Devoto. Si bien este acuerdo no modifica del todo la superpoblación que hay en las comisarías y alcaidías, puede hacerlo de manera indirecta.
Desde la Ciudad buscarán trasladar a los detenidos en distintas etapas y de ese modo liberar algunos pabellones de la cárcel de Devoto. Eso les permitiría alojar más personas en ese penal de manera transitoria.
Fuentes del Gobierno señalaron que las obras en Marcos Paz estarán terminadas para finales de 2025 y habrá 2300 plazas disponibles. Se espera que 1800 presos se trasladarán allí desde Devoto. Los 500 restantes correrán por cuenta de Nación, aunque en la Ciudad buscarán hacerse de algunos.
El último punto del plan estructural tiene que ver con la extradición de 340 detenidos extranjeros que están alojados en distintas comisarías y alcaidías de la Ciudad de Buenos Aires, muchos de ellos -según informaron a TN- con condena efectiva.
“Es necesario que la Justicia pueda extraditarlos”, aseguraron desde el Gobierno porteño, desde donde impulsarán que se aceleren los juicios abreviados para poder liberar espacio en los alojamientos locales.