El flagelo de la droga es preocupantemente cada vez más frecuente en Jujuy.
Uno de los sectores más afectados por la problemática parece ser Alto Comedero. Según dan cuenta los propios vecinos, tanto la venta como el consumo han crecido de manera exponencial en el último tiempo.
La comercialización en cercanías a escuelas y menores de edad ingiriendo estupefacientes, son dos ejemplos que dan cuenta de lo grave de esta situación.
Sin ir más lejos, hace solo algunos días residentes del populoso barrio denunciaron que cuando se cierra un “kiosko” de venta de sustancias ilícitas, se abren otros tres.
Nora, vecina del lugar, dijo que tiene su domicilio en cercanías de una comisaría e incluso de una fiscalía y pese a ello ve cómo comercializan en la vía pública “a cualquier hora del día”.
Además del pedido mayor presencia policial en la calle, pidió políticas públicas que apunten a talleres u otras actividades con salida laboral para evitar que los jóvenes caigan en el consumo.
“Lamentablemente estamos atravesando por esta situación que es una problemática socioeconómica y creo que hace falta contención en los jóvenes. Más allá de los lugares deportivos, está la otra parte que está desprotegida; al no haber talleres u oficios para tener salida laboral o que puedan concentrarse caen en este flagelo. Esto tiene que ver con las políticas públicas y sociales, es algo necesario y sobre todo en este barrio que es tan inmenso. Además el problema de que llega gente de otros lugares”.
“Preocupa mucho la droga, no solo el que consume sino el que vende; los dealers. No puedo decir bocas de expendio de drogas pero si personas en la calle que venden y tienen sus clientes y esto se da a cualquier hora y cualquier lugar. Yo vivo en la zona donde tengo la fiscalía y la comisaría cerca y se ve a cualquier hora del día”, relató la vecina.
