Desde su puesta en marcha, el tren ha estado en el ojo de la tormenta, no solo por cuestiones logísticas u operativas, sino por las reiteradas denuncias sobre su falta de rentabilidad. En una provincia con una economía marcada por las dificultades, el tren turístico se ha convertido en un símbolo de lo que muchos ven como un fracaso de las políticas turísticas a gran escala. Según diversas fuentes, el tren no logra vender ni el 5% de los pasajes disponibles, y las estaciones que recorren las bellas localidades de La Quebrada permanecen vacías.
Una estación vacía: la postal que refleja el fracaso del Tren turístico
En un rincón olvidado de la quebrada jujeña, la estación de Volcán, la primera del trayecto del tren turístico, permanece desierta. Una imagen que ilustra con doloroso realismo el fracaso de uno de los proyectos turísticos más ambiciosos de la región: el Tren Turístico de la Quebrada. Un servicio que fue presentado como la gran apuesta para dinamizar el turismo en Jujuy, pero que, a juzgar por las imágenes y testimonios recabados, parece haberse quedado lejos de las expectativas generadas al momento de su lanzamiento.
El clamor por una solución es cada vez más fuerte. "Ojalá viniera gente", es una de las expresiones que repiten con frustración los emprendedores de la zona, quienes apostaron por la llegada del tren como una oportunidad para mejorar sus ventas y atraer más turismo a la región. Sin embargo, la realidad parece ser muy distinta: el tren turístico no ha conseguido captar el interés del número esperado de visitantes, y la situación sigue empeorando.
Miriam, vecina de Tilcara, brindó su testimonio a Radio 2 y explicó que, en este punto del año, el turismo en la quebrada ha disminuido, pero que la presencia del tren tampoco ha sido un motor de cambio. "La verdad que no he visto mucho movimiento en cuanto a este ofrecimiento que sacaron. Vi anuncios, publicidades por las redes sociales, pero no vi mucho movimiento con respecto a eso. El turismo baja un poco, hay turismo, pero la mayoría busca lo tradicional, la caminata. Eso estamos percibiendo ahora", señaló.
Miriam también destacó un aspecto sensible: a pesar de la promoción, el tren no ha logrado conectar con los turistas de la manera que se había proyectado. "Hay mucho turismo que apoya esta iniciativa del tren solar, pero también que está descontento por todo lo que ha provocado. Ha generado un daño a las familias tilcareñas, y eso se sabe", dijo, refiriéndose a las controversias sobre el impacto que la llegada del tren ha tenido en las dinámicas locales.
Marcela, propietaria de un pequeño supermercado justo frente a la estación del tren, compartió su doloroso testimonio. "Desde que llegó este trencito, las ventas han bajado un montón, un 90%", señaló con angustia. Según su relato, antes de la llegada del tren, el paso de camioneros de Paraguay, Brasil y otros puntos de la región, representaba una importante fuente de ingresos. "Paraban aquí, compraban, y las ventas levantaban un montón. Con el trencito no, porque los corrieron. Los corrieron porque decían que representan como que son antihigiénicos", explicó.
Marcela también cuestionó el costo que implica mantener el servicio del tren. "Este tren gasta la luz que pagamos los vecinos", manifestó, y remarcó que, aunque el tren sigue circulando, lo hace "vacío", a excepción de los lunes, cuando los viajes son gratuitos. "No es rentable. ¿Por qué seguir así?", se preguntó, en un reclamo que refleja el creciente malestar de los comerciantes de la zona.
Vale recordar que las Duplas Eléctricas Impulsadas por Baterías de 600 kwH diseñadas por la Empresa CRRC Tangshan Co. Ltd tuvieron un costo cercano a los U$S10.000.000 según detalla el decreto N° 5447 del año 2022 y en base a las información disponible cruzada con el ritmo de venta reconocido en esta nota, harían falta diez años con el dólar cotizando a $1.000 para cubrir solamente esa cantidad, sin contar salarios, mantenimiento, repuestos, ampliación u otros proyectos adicionales.
El Tren Turístico de la Quebrada, que fue lanzado con grandes expectativas, parece estar lejos de ser el motor de desarrollo económico y turístico que muchos esperaban. Si bien algunos turistas siguen apoyando la iniciativa, muchos otros prefieren las formas tradicionales de recorrer La Quebrada, como las caminatas o el contacto directo con la gente del lugar. La idea de un tren que conecte las comunidades de la región y fomente el turismo parece chocar con las realidades económicas y sociales de los pueblos que atraviesa.
Este proyecto, que nació como un esfuerzo por dinamizar la región, hoy está siendo cuestionado por los propios vecinos que veían en él una oportunidad. Con estaciones vacías y pasajes sin vender, el Tren Turístico de la Quebrada parece haber quedado atrapado entre las expectativas de los diseñadores del proyecto y la realidad de un turismo que, por ahora, prefiere otros caminos.

