Se trata de una alternativa para trabajadores hortícolas comerciales que utilizan agroquímicos, donde los suelos están degradados y no hay materia orgánica. La Agencia de Extensión Rural de Hornillos del INTA se encuentra llevando a cabo un ensayo de elaboración y pronto prevén hacerlo con el cultivo de ajo y lechuga. Analizan realizar un protocolo para que la gente y productores puedan seguir un manual de uso.