Hasta el propio jefe de los fiscales Sergio Lello Sánchez definió la destrucción del búnker como "un obstáculo en la investigación que encabeza el fiscal Gil Urquiola", quien vendría siguiendo pistas vinculadas a un mercado criminal aún mayor. En declaraciones recientes incluso deslizó que el ataque al kiosco de droga, podría no haber sido fruto de una "convocatoria espontánea", basándose en que existen cientos de investigaciones abiertas pero esta es la primera vez que llega a este desenlace. Se advirtió a los protagonistas que desde el Ministerio Público de la Acusación no permitirán que se reediten estos episodios "tomar justicia por manos propias implica la comisión de ilícito".
SOBREMESA 23-03-23 Vecino de barrio Aeroclub
La absoluta falta de empatía del funcionario judicial, hace juego con la actitud de la Unidad Regional competente, la Brigada de Narcotráfico y otras dependencias policiales, instituciones que por causas desconocidas siguen sin responder al llamado de los aterrados vecinos. De hecho un vecino que visitó Sobremesa (Canal 2) afirmó que "en la seccional N° 46 a veces no toman la denuncia, una de las causas que motivó el desguace".
Estamos cansado de hacer reclamos, hasta llegamos a llamar a la Brigada de Perico para que interceda, no sabemos a quien pedir auxilio Estamos cansado de hacer reclamos, hasta llegamos a llamar a la Brigada de Perico para que interceda, no sabemos a quien pedir auxilio
Aunque han logrado organizarse en grupos de WhatsApp y así reducir las entraderas, en Aeroclub hay miedo constante a represalías, porque ese medio de comunicación estaría pinchado. A diferencia de la teoría esgrimida por Lello Sánchez, antes del ataque al búnker el domicilio de un vecino fue asaltado, quedando la víctima devastada por la angustia y finalmente siendo el catalizador para movilizarse, destruir e incendiar el escenario del delito.
Con sorpresa, probablemente con mucha indignación, la noche del desquite aparecieron numerosos móviles policiales para custodiar el lugar y contener posibles desbandes. Mismos vehículos que antes no habían asistido cuando se los requirió. Las tareas de investigación continúan pero la sensación de funcionarios públicos poco comprometidos persiste. "Vienes se sacan fotos como si estuvieran trabajando y se van, dejando el área desprotegida", agrega el entrevistado. Incluso se habla que el supuesto dealer llegó a pasar la faja de seguridad para ingresar nuevamente en el lote, hecho desmentido en la "versión oficial".
Se ve constantemente personas a cualquier hora de la noche, caminando como zombies golpeando las puertas para ver si salían o no para entrar a robar. Hemos invitado al ministro (Seguridad) públicamente para que vaya al barrio para que conozca nuestras inquietudes... desconozco porque sigue sin acercarse