Desde la fundación de la filial local hace casi 14 años atrás, los colaboradores de Manos Abiertas han puesto lo mejor de si mismos para asistir a las personas vulnerables. Sin contar más que con su voluntad y las donaciones, no reciben asistencia económica del Estado, han entrado en contacto con cientos de historias de resiliencia.
Fundación "Manos Abiertas" alerta el aumento de jóvenes en situación de calle
Colaboradoras de la Organización No Gubernamental compartieron sus experiencias en Sobremesa (Canal 2), las motivaciones para involucrarse y el diagnóstico de las calles en San Salvador de Jujuy.
“En lo personal fueron años de una gran necesidad interior, que lleva a interpelarnos sobre que podemos hacer por ese hermano que se encuentra en un estado vulnerable. Se trata de un acto de solidaridad pero también de crecimiento personal, lo poquito que uno puede dar supera muchísimo lo que recibe, la felicidad en el fondo del corazón de poder hacer algo”, expresó Nelly Ortiz, quien integra la obra de buscadores, preparando la comida que todos los lunes salen a repartir sus compañeros en las noches capitalinas.
Su colega Rosario Ortega recuerda en Sobremesa (Canal 2) que existen distintas líneas de trabajo u obras, como les llaman, incluyendo los mencionados buscadores (encargados de hallar a las personas en situación de calle) bañadores (se ocupan del aseo, vestimenta y merienda) y ropero (quienes seleccionan la ropa a donar y organizan las ferias).
El aprendizaje es continuo, la entrega completa, la premisa básica para integrar el equipo, siempre dispuesto a recibir colaboradores, es dejar de mirar al otro lado cuando una persona necesita ayuda, recibiendo a cambio una gratificación que no cabe en la billetera.
“Ver como llegaban a la fundación, se bañaban, les cortaban el cabello, darles ropa limpia, los veías sentados a la mesa y eran otros”, pero Ortega confiesa que si bien no ven un incremento de la marginalidad en calle, han registrado cada vez más jóvenes indigentes.