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Rusia prepara un gran plan de inversiones en Cuba

Moscú, cada vez más aislado en el plano internacional, quiere sellar una nueva alianza con La Habana.

  • La isla está cada vez más necesitada de fondos, productos e insumos para enfrentar una gravísima emergencia social.
  • La cooperación militar.

Los rusos están volviendo a Cuba. A más de 30 años del colapso de la Unión Soviética y con el aislamiento internacional cada vez más profundo de Moscú, el presidente, Vladimir Putin, le echó el ojo a la isla y prepara un fuerte desembarco para ir al rescate de una economía en crisis.

Ambos países, aliados clave durante la guerra fría, avanzaron en distintos acuerdos que incluyen inversiones en áreas estratégicas, como el turismo, la zafra, el sector energético y la industria siderúrgica, así como la provisión urgente de combustible para paliar el grave desabastecimiento que enfrenta el país caribeño.

“El acuerdo comercial con Rusia cumple un rol de salvataje en momentos muy difíciles para la economía cubana. La presencia rusa en Cuba es el comienzo de una nueva época”, dijo a TN el economista, profesor titular de la Universidad de La Habana y exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana, Omar Everleny Pérez.

Rusia mira a Cuba: un plan geoestratégico de Vladimir Putin

Rusia está cada vez más sola. La guerra en Ucrania asestó un duro golpe diplomático al Kremlin, que se quedó con solo un puñado de aliados incondicionales, en especial entre las antiguas repúblicas soviéticas, China, Irán, Siria y tres países de América Latina: Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Putin necesita expandir su influencia y buscar nuevos mercados. Y qué mejor que asentarse, otra vez, a escasos 140 kilómetros de Estados Unidos. No por nada las conversaciones bilaterales incluyen la cooperación en la esfera técnico-militar.

Cuba necesita en forma urgente absolutamente todo. El país atraviesa una crisis que los propios cubanos consideran peor que la sufrida tras el derrumbe de la URSS en los duros años ´90 y que Fidel Castro bautizó entonces con el eufemismo de “período especial”.

Las causas son variadas. El agravamiento del embargo/bloqueo estadounidense contra la isla vigente desde hace más de 60 años le asestó un durísimo golpe a Cuba durante el gobierno de Donald Trump. Después llegó la pandemia de coronavirus que barrió de un plumazo al turismo internacional, una fuente vital de las finanzas del país.

Pero también los persistentes “errores” internos, con una tímida apertura económica que sigue privilegiando una economía centralizada, agravaron la crisis, bajo un estricto control ideológico y la represión de toda disidencia, juzgada por el gobierno como “contrarrevolución” financiada por Washington. Esta emergencia derivó en históricas protestas populares en reclamo de libertad a mediados de 2021 reprimidas por las fuerzas de seguridad y un éxodo masivo de jóvenes, en medio de graves fenómenos naturales como inundaciones y tornados.

“Hoy siguen los apagones, la crisis de combustibles. Falta el pan, falta todo”, resumió Everleny Pérez.

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En ese contexto de emergencia, Rusia “fue el único país en tirarle una mano fuerte a Cuba. No es darle 14 o 15 millones (de dólares), sino combustible. La llegada de barcos petroleros rusos va a empezar a dar un nuevo aliento”, afirmó el economista.

El acuerdo intergubernamental prevé que la empresa rusa Rosneft suministre 1,64 millones de toneladas de petróleo e hidrocarburos anuales a la isla.

A qué sectores irán las inversiones rusas en Cuba

Pero no solo del petróleo se nutrirán las nuevas relaciones ruso-cubanas. Moscú también se propone ayudar a aumentar la producción de azúcar y ron y garantizar el suministro de trigo a la isla. Incluso, muchos de los hoteles que se construyeron en Cuba se hicieron pensando en el turismo ruso. Hoy, las puertas de los principales destinos turísticos del mundo se están cerrando para los rusos a causa de la guerra y la idea es fomentar esta industria, aunque los números hasta ahora no son los esperados.

Rusia espera enviar hasta medio millón de vacacionistas anuales a Cuba y convertirse en el principal emisor de turistas a este país, según dijo en mayo el viceprimer ministro ruso del área, Dmitri Chernishenko. Como primer paso, el 1 de julio se reanudarán los vuelos regulares entre ambos países que se habían suspendido en 2020 debido a la pandemia.

Según dijo Chernishenko, Moscú también está interesada en la construcción de complejos hoteleros y la modernización de infraestructuras ya existentes para albergar a estos turistas.

Rusia y Cuba también avanzan en la cooperación técnico-militar

Este salvataje también apunta a la siderurgia. Moscú acaba de completar un crédito para la única fábrica de acero de la isla y financiará la terminación de tres nuevas plantas termoeléctricas con tecnología rusa. Las actuales tienen 50 años de antigüedad.

Las conversaciones incluso van más allá. A nivel bilateral se discute la cooperación en esferas técnico-militar, de transporte, industria e inversiones, un sistema de becas y la creación de una escuela especial para la enseñanza del idioma ruso en Cuba, reportó EFE.

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Putin recibió esta semana en Moscú al primer ministro cubano, Manuel Marrero, y le prometió ayuda para superar las dificultades económicas atribuidas al bloqueo estadounidense. “Nosotros, por nuestra parte, haremos todo lo posible para que nuestra cooperación económica ayude a superar estas dificultades causadas desde el exterior”, dijo el presidente ruso.

Para Everleny Pérez, hay una gran diferencia entre las relaciones entre Cuba y la antigua Unión Soviética y la que se impulsa ahora con la Rusia de Putin.

“Antes había un Estado que financiaba todo. Ahora, si bien hay una decisión gubernamental, las relaciones son con muchas empresas oligopólicas, algunas relacionadas con Putin y subordinadas a la nomenclatura. Muchos de los acuerdos son con empresas rusas”, afirmó.

El economista cubano dijo que los planes del Kremlin “evidentemente responden a intereses geoestratégicos. A corto plazo, para Cuba, es una buena decisión pragmática. El tema es a mediano y largo plazo cuando haya que pagar los créditos y rendir frutos de toda esta colaboración con empresas mixtas. Hay que ver si Cuba es capaz de cubrir esas expectativas. No estoy seguro (que lo logre) si no cambia el modelo cubano”, concluyó.

FUENTE: TN

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