- Miles de fieles caminaron este domingo bajo el lema "Peregrinos de Esperanza" con mucho fervor.
- Los ruegos se centraron principalmente por la salud y trabajo.
- Además de las súplicas, los fieles expresaron su profundo agradecimiento a la Patrona.
Peregrinación a Río Blanco piden por salud y trabajo
Una jornada de profunda fe y devoción se vivió este domingo 5 de octubre con la realización de la segunda peregrinación al Santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya, patrona de la provincia.
La Patrona de Jujuy, convocó a una cantidad de fieles que superó largamente la del domingo anteriores. Bajo el emotivo lema "Peregrinos de Esperanza", el camino hacia el Santuario se transformó en un inmenso río de gente.
El fervor fue tal que la masiva afluencia generó demoras significativas en el trayecto, retrasando la hora de llegada de la Sagrada Imagen a la histórica capilla. Las familias, vestidas de luto y portando velas y pañuelos blancos, caminaron durante horas, convirtiendo la fatiga en una ofrenda de fe.
En este marco de profunda espiritualidad, la principal súplica que se elevó a la Virgen fue unánime y urgente: el clamor por salud y trabajo. Las intenciones de los peregrinos reflejaron la realidad social de la provincia, con familias enteras pidiendo por la recuperación de los enfermos y por nuevas oportunidades laborales que brinden estabilidad económica.
Sin embargo, la jornada no fue solo de pedidos; muchos fieles también se acercaron para agradecer los favores y bendiciones recibidas durante el año.
La convocatoria demostró la unidad de la Diócesis, con la presencia destacada de diferentes parroquias que peregrinaron con sus propios estandartes. Resaltó especialmente la participación de la juventud, que dijo presente con gran entusiasmo y alegría, asegurando la continuidad de esta tradición.
Esta rica y arraigada tradición religiosa continuará el martes 7 de octubre, día central y feriado provincial. La celebración se centrará en la Iglesia Catedral Basílica, donde se realizará la solemne Santa Misa y, por la tarde, la Procesión con la Sagrada Imagen, presidida por el Obispo, en un acto que promete reafirmar, una vez más, la inquebrantable fe del pueblo jujeño.