El gobierno envió a la Legislatura la rendición de cuentas de los ejercicios 2017 y 2018; allí aseguró que se aprobaron sin cuestionamientos.
Lo que sucede es que, para alcanzar tal determinación se necesitaría un tiempo prudente de análisis y no sería posible en un plazo de tiempo tan acotado.
Es por ello que desde la oposición advierten que se aprobó a libro cerrado en proceso legislativo de cuatro días, sin tiempo material para estudiar la documentación de tres años.
También alertan que el ejecutivo quiere adoptar idéntico proceder haciendo lo propio con los ciclos 2019 y 2020 los cuales tienen despacho en la Comisión de Finanzas.
Pese a que recibió el visto bueno en tiempo récord, existen muchas inconsistencias realizadas por el propio Tribunal de Cuentas, organismo que formuló una serie de observaciones a la denominada Cuenta de Inversión, por ejemplo con el detalle de gastos.
El bloque Juntos por Jujuy fue uno de los que decidió no acompañar la aprobación de esta cuenta de inversión.
No es la primera vez que el gobierno queda en el ojo de la tormenta por tal situación. Rendir cuentas es lo que más le fastidia a la gestión de Morales.
Sin ir más lejos, el año pasado en plena pandemia fue Nación quien le solicitó al ejecutivo provincial la información sobre los gastos realizados para combatir el coronavirus.
En el Tribunal de Cuentas se han acumulado una serie de pedidos de informes que nunca han avanzado, siendo el principal organismo de control apuntado por su lentitud burocrática y por cierta complacencia para con el Poder Ejecutivo.
