Agustina Cruz, de Palpalá, y Valentina Muñoz, de Ensenada, Buenos Aires, fueron premiadas por sus acciones antidiscriminatorias por un jurado interreligioso en la primera edición del premio “La Rosa Blanca”.
Joven jujeña fue premiada por un proyecto contra la discriminación y viajará a EEUU
Agustina Cruz de Palpalá recibió la distinción “Rosa Blanca” que entrega el Museo del Holocausto en conjunto con la Embajada de Estados Unidos y el Instituto de Diálogo Interreligioso. La estudiante habló y dijo que “siempre se puede resurgir” y que “nunca se debe dejar de estudiar”.
El Museo del Holocausto de Buenos Aires, en conjunto con la Embajada de Estados Unidos en Argentina y el Instituto de Diálogo Interreligioso, entregaron las distinciones en esta primera edición.
El primer premio fue Cruz, del Colegio Secundario N°5 de Palpalá, Jujuy. “Conoce, Valora y Respeta: que el dolor no te sea indiferente ”, es la propuesta que desarrolló la alumna durante el año 2023 y continúa en el presente ciclo lectivo. Se trata de una plan en contra de la discriminación a personas de la comunidad romaní (gitana), haciendo foco en mujeres y niños. La estudiante trabajó junto con las familias, la escuela y la comunidad de la localidad de Palpalá.
Agustina viajará así a la ciudad de Washington, Estados Unidos, donde realizará una visita al United States Holocaust Memorial Museum.
La palabra de la protagonista:
“Al principio cuando ingresé tenía una acumulación de nervios más por representar a la comunidad originaria romaní que históricamente fue marginada y yo más que nada quería visibilizar la problemática esta. Competí contra una semifinalista y la chica fue muy buena, todo fue un aprendizaje también aprendí de su proyecto y me pareció muy bueno, no lo vi como una competencia.
Los chicos sufren mucho y somos señalados, se sufren injusticias. Creo que hay discriminación por la falta de empatía, el estigma, la comunidad es señalada por su vestimenta o su forma de hablar, son juzgados sin que se sepa su cultural, es algo muy grave.
El recibimiento del colegio fue muy lindo, es como mi segunda casa porque yo vengo de otra institución y siempre me recibieron muy bien. Me llena de orgullo. Si no hubiera ido con mi profe no sé dónde estaría, porque tuve situaciones muy problemáticas y ella me apoyó, me sostuvo”.