La Superintendencia de Servicios de Salud prorrogó el plazo para que las empresas de medicina prepaga apliquen los ajustes a las cuotas de los planes de cobertura de acuerdo con ciertas condiciones, como la existencia de copagos y las características regionales de la atención médica. Así, el nuevo plazo es hasta el 1.º de diciembre de 2024.
Prepagas: prorrogan el plazo para aplicar los aumentos según el plan y la región
La medida se publicó este miércoles en el Boletín Oficial. La resolución reconoce la necesidad de tiempo adicional para que las empresas de medicina prepaga se adapten a los cambios en los sistemas de facturación.
La Resolución 3.386/2024 publicada este miércoles en el Boletín Oficial permite aumentos variables en las cuotas de los planes de salud, dependiendo de las características del plan y de la región en la que se brinde el servicio. También destaca que las entidades deben informar a la Superintendencia sobre los aumentos aplicados, especificando los criterios utilizados y si hay copagos.
Según menciona el texto oficial, la medida llega tras el pedido de varias entidades que solicitaron prórrogas para cumplir con los nuevos requisitos, lo que llevó a la Superintendencia a considerar que los cambios en los sistemas de facturación no serían inmediatos.
Prepagas: objetivos y detalles de la normativa
Asimismo, menciona que el objetivo principal de la prórroga es permitir que las empresas de medicina prepaga se adapten a los nuevos requisitos de manera ordenada y eficiente. Esto, a su vez, beneficiaría a los usuarios de estos servicios al garantizar una mayor transparencia en los aumentos de las cuotas y una mejor calidad en la información proporcionada.
Por ello, ahora la prórroga otorga más tiempo a las empresas involucradas para adaptarse a los nuevos estándares, sin comprometer los objetivos iniciales de la resolución.
Cabe recordar que los copagos son pagos adicionales que los usuarios de planes de salud deben realizar en cada consulta médica o por ciertos procedimientos. Estos montos, aunque suelen ser menores que el costo total de la atención médica, pueden tener un impacto significativo en la economía familiar y en la decisión de los usuarios de acceder a ciertos servicios.