El PJ bonaerense tiene previsto elegir nuevas autoridades el mismo día del comicio partidario nacional y, como establece su carta orgánica, para hacerlo la formalización de la fecha debe realizarse al menos 60 días antes. El reloj comenzó a correr, pero aún no se elevó la convocatoria.
Por estas horas, el escenario más probable es que la fuerza provincial desdoble las elecciones de la nacional, que encabeza de manera interina el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, primero desde el pedido de licencia de Alberto Fernández y luego desde su renuncia.
En el PJ nacional crece el consenso para que un gobernador sea quien asuma la presidencia, con Ricardo Quintela y Axel Kicillof entre los nombres más fuertes. Sin embargo, no son pocos los dirigentes que creen que el riojano debería ser el elegido, porque tiene buena llegada con los peronistas distanciados con el kirchnerismo. “Es hora de sumar a todos y que no quede nadie afuera del movimiento”, aseguran.
Máximo Kirchner demora la convocatoria y podría desdoblar la elección
Máximo Kirchner tiene mandato al frente del peronismo bonaerense hasta diciembre de 2025, pero ante la crisis interna que se desató dentro del partido tras la derrota en las elecciones presidenciales del año pasado, decidió adelantarlas en busca de profundizar el proceso de reorganización. El anuncio lo hizo en una carta pública y explicó que la medida punta a “interpretar y llevar adelante las demandas” de la sociedad.
“Atento a la propuesta realizada por el Consejo Nacional del Partido Justicialista, en cumplimiento de lo resuelto por el congreso partidario, para que se convoque a elecciones nacionales de las autoridades, propondré en la próxima reunión del Consejo provincial, que el 17 de noviembre del corriente año se lleve adelante la elección que permita elegir sus autoridades”, indicó.
La justificación se asentó en que el PJ bonaerense “representa el 37,32% del padrón total nacional”, por lo que consideró “adecuado” y “operativamente necesario hacer coincidir los actos electorales en una misma jornada”. El objetivo final era conseguir la mayor concurrencia posible de afiliados a las urnas.
La última reunión del Consejo fue en febrero, antes de que se decidiera el cambio de fecha. Por eso, si finalmente no se formaliza la convocatoria -los plazos son apremiantes- pesará la idea de quienes quieren que el hijo de la expresidenta siga al frente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, para concentrar todas las discusiones y los debates en el rearmado nacional.
Además de las elecciones presidenciales, el peronismo perdió la gobernación en varias provincias y quedó en desventaja frente a Juntos por el Cambio, que trabaja en sintonía con los gobernadores de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y de Catamarca, Raúl Jalil, electos por el PJ, pero hoy aliados al presidente Javier Milei.
Por eso, cada vez son más los que creen que no es momento para pujas, que dejen más al descubierto las peleas de La Cámpora con el sector de Kicillof y con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. “Sin pelearnos con los que piensan de una manera o de otra, tenemos que hablar de argentino a argentino, de los problemas que tenemos, que son muchísimos”, planteó Cristina Kirchner este viernes.
Mientras demora la definición sobre la fecha de las elecciones, Máximo Kirchner prepara su desembarco este viernes en el estadio del Club Atenas de la ciudad de La Plata, con un acto organizado por los Ateneos Néstor Kirchner. La semana pasada fue el turno de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof, cada uno con su escenario en el conurbano bonaerense. El peronismo acelera a fondo su armado político en su principal bastión electoral: la provincia de Buenos Aires, frente a la amenaza cada vez más latente de una fusión de La Libertad Avanza y el PRO bullrichista en el territorio bonaerense.