Luego de algunos meses de calma, la violencia resurgió: el miércoles 17 de este mes, una pelea entre estudiantes capitalinos terminó con un menor que tuvo que ser hospitalizado por las lesiones.
Un día después de la agresión antes mencionada, el jueves 18, se dio otro lamentable caso cerca de Colegio Secundario N°64 en Perico.
Una estudiante de 12 años salió de clases a las 13:00 para dirigirse a su casa, a solo tres cuadras del lugar, cuando fue atacada por varias alumnas.
De acuerdo a lo relatado por su madre, Cecilia Herrera, tres estudiantes del Turno Tarde de esa institución la atacaron por la espalda, la tiraron al suelo, y una de ellas continuó golpeándola mientras estaba tirada.
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Las restantes filmaron todo el tiempo la agresión. Ese documento visual es ahora prueba para los abogados de la familia de la menor agredida.
Inmediatamente después de ocurrido el hecho, los padres de la menor agredida se presentaron en el colegio, donde les dijeron que debían esperar a los padres de la parte agresora para dialogar. Cuando estas personas se presentaron, argumentaron que el ataque había sido una respuesta ya que la víctima había amenazado e insultado a su hija. Pero estas agresiones nunca habían sido informadas a las autoridades.
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Momento de la agresión, filmado por propios alumnos (captura de video)
De acuerdo al reglamento interno y las normas de convivencia de la institución no puede haber un traslado o expulsión inmediatos sino que tienen que pasar varias instancias, y al no contemplar la expulsión, se debe “incluir y dar otras oportunidades a las agresoras”, que continúan amenazando a su víctima. La atacante principal recibió cinco días de expulsión. Las restantes, que filmaron la agresión, tres. La víctima volvió a clases animada por sus compañeros, pero camina mirando sobre su hombro, temerosa de ser atacada nuevamente, principalmente de noche.
“Tengo capturas de pantalla de amenazas, de que la atacarán de nuevo y esta vez le irá peor. Si algo le llega a suceder haré responsables a las mismas personas y a quienes las rodean porque justifican la violencia, y quiero que frenemos esto”, dijo la madre de la agredida.
Otros chicos, compañeros de la víctima, también fueron amenazados y tienen miedo. Y todos los padres necesitan que se revean las normas de convivencia del colegio considerando que no puede haber “sanciones menores cuando el hecho fue de violencia extrema”.
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Los directivos del establecimiento en cuestión también hicieron mención al repudiable episodio.
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