Es recordado por aquellas escuchas telefónicas filtradas en las que recibe un trato poco agradable por parte de su jefa política.
Actualmente es senador nacional por el Frente de Todos y uno de los apuntados por el gobernador Gerardo Morales como autor intelectual del proyecto que promueve la intervención federal del Poder Judicial en Jujuy, que lleva la firma de su par Guillermo Snopek pero que según Morales fue “mandado a hacer” por el propio Parrilli y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Para desagraviarse y desmentir este señalamiento, durante la sesión especial del jueves 12 de marzo, el senador k utilizó una cuestión de privilegio en contra del mandatario jujeño por haberlo aludido y lo desafió a que soporte una “investigación” de la situación actual de la justicia en la provincia para que quede demostrado buen funcionamiento.
“Ofende a Snopek en su libertad, independencia y honestidad intelectual de presentar los proyectos en los que esté convencido que beneficia a su provincia, pero además yo no integro la Comisión de Asuntos Constitucionales así que no se de que se asusta”, dijo Parrilli.
Por otro lado, fue directo al emitir su opinión sobre la situación de Milagro Sala. “Estoy convencido de que se trata de una persecución política, y no lo digo yo si no la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
Un pasaje clave de la alocución del senador kirchnerista fue el que posiblemente revela uno de los objetivos del proyecto, el de exponer detalles de lo que acontece con el Poder Judicial en Jujuy.
Lo expresó de la siguiente manera: “Si Morales es tan transparente y está tranquilo, que deje que lo investiguen ¿cuál es el problema?”.
En declaraciones posteriores, el senador Snopek dijo que “había que pegarle al chancho para saber quién es el dueño, atacamos a la justicia y apareció su dueño”, en relación al gobernador.
Allí aparece una lectura posible: el Frente de Todos está convencido de que, más allá de si la intervención es un exceso o no, en la justicia de Jujuy se observan situaciones discutibles, y están dispuestos a dejarlas expuestas.
En el cierre de su alocución, Parrilli tuvo un furcio que le valió chicanas y cargadas por parte de la oposición en general, y del senador radical Mario Fiad en particular, quien lo escuchaba de cerca.
Al denunciar que el gobernador Morales había mandado manifestantes al ingreso del edificio para repudiar el proyecto, Parrilli quiso utilizar una frase común en los tribunales. “A confesión de partes, Milagro de Sala… digo relevo de pruebas”, se equivocó el senador generando risas de sus pares.
“Si, ríase usted de la situación, muchos jujeños no se ríen”, atinó a responder incómodo el senador ultra k, mientras Cristina Kirchner, desde la presidencia trataba de sobrellevar la situación.
“No dialoguen entre ustedes, che”, los reprendió la actual presidenta del senado.