Los resultados ratifican no solo las tendencias mediáticas, también la sensación de los vecinos sobre un incremento delictual en los barrios, especialmente entre los robos donde está presente una agresión, amenazas de muerte, apuñalamientos y hasta heridas causadas por el uso de armas de fuego. A tal punto que en el distrito capitalino se observan más hechos de este tipo en comparación a los hurtos (robos donde no existe un avance sobre la integridad física de la víctima).
Alto Comedero, el distrito más populoso de San Salvador, quedó al tope del ranking al contar con 49 delitos publicados en nuestro medio durante el último trimestre. Pero fue el barrio Tupac Amaru con sus respectivas subdivisiones el de mayor incidencia en la cifra final, en menor medida los asentamientos del sector sureste y Aeroclub.
El Centro por si solo, a pesar de su corta extensión de cuadras, registró 20 delitos aunque de menor gravedad en comparación, destacando 7 hechos de hurto y 5 episodios de agresión, como riñas en la vía pública. Gorriti (alto y bajo) se ubica en el tercer lugar, aunque hay una concentración de episodios delictivos en la zona de la Vieja Terminal y adyacencias.
La zona sur de la capital jujeña reúne otra importante cantidad sobretodo robos violentos distribuidos entre Malvinas, San Pedrito, Almirante Brown y otros, concentrando cerca de 30 casos. En el lado opuesto de la Avenida Gral. Savio y extendiéndose hacia el noroeste de la ciudad Moreno, Cuyaya, Coronel Arias también se destacan en la estadística con 20 hechos de distintas características incluyendo 3 denuncias por violencia de género.
Hacia ambos márgenes del Río Grande los delitos también se contabilizan por decenas: la franja integrada por El Chingo, San Martín, Belgrano y Punta Diamante expone un alto nivel de agresividad con 5 robos violentos y 3 casos adicionales donde la víctima resultó apuñalada, en el lado opuesto del cauce Chijra junto con los barrios vecinos evidencian numerosas riñas callejeras, en tanto Los Perales se distingue por las “entraderas”, también llamado allanamiento de morada, donde las sumas de dinero sustraídas, al ser una zona de mayor poder adquisitivo es considerablemente mayor.
Con la información recopilada para la jurisdicción San Salvador de Jujuy se pudo realizar un mapa semaforizado de zonas peligrosas, donde el Centro capitalino quedó expuesto como el área de mayor peligrosidad (rojo) sudeste de Alto Comedero, Gorriti y asentamientos en los márgenes del Río Grande en un segundo nivel (naranja) dejando a Malvinas, Cuyaya, Moreno, otros sectores de Alto Comedero, Chijra y aledaños en el tercer nivel de peligrosidad (verde).
En el interior la situación no es mucho mejor, de los 268 casos analizados, 101 (37,69%) se distribuyen entre las 10 localidades restantes, siendo Perico la que mayor incidencia tiene con 31 incluyendo una gran cantidad de hurtos y robos violentos, además de 4 casos de apuñalamiento y 3 episodios de violencia de género.
- En la región ramaleña las denuncias también se amontonan, especialmente en Libertador General San Martín, la ciudad con más denuncias de violencia contra las mujeres (5) en relación a la cantidad de habitantes de toda la provincia. Un poco más atrás aparece San Pedro de Jujuy con 12 hechos de distinta índole, incluyendo un par de situaciones de violencia intrafamiliar.
- Palpalá también con otra docena de publicaciones mantiene el promedio, pero similar a Perico con mayor cantidad de hurtos, robos violentos y ataques con arma blanca. Y aunque en menor medida, otras dos localidades de Los Valles como El Carmen (3) y Monterrico (5) también destacan en la misa categoría.
- En Quebrada y Puna los robos tienen una característica estacional que no se aprecia en este informe, asociada con la temporada de verano. Pero existe una marcada incidencia de delitos contra la integridad física y sexual de las mujeres, entre casos de acoso y abuso en vía pública y violencia de género perpetrado en la mayoría de los casos por parejas o en su defecto ex parejas de las víctimas.
La información publicada en esta nota, aunque completamente verídica, no es taxativa. Ha sido redactada de manera independiente sin aportes de oficinas gubernamentales, por lo que las conclusiones están circunscriptas a la capacidad de procesamiento del medio. Es una muestra de un universo delictual, en el peor de los casos, mucho mayor de lo que un medio independiente puede cuantificar.