Según los informes de Recursos y Gastos, publicados en el sitio web oficial en la cartera provincial de economía: los recursos nacionales han tenido un incremento de 16,38% entre enero y abril, un monto nada despreciable teniendo en cuenta la dependencia que todavía ostenta Jujuy de la “generosidad de Caputo y compañía”, mensualmente las transferencias desde Buenos Aires comprenden entre el 78% al 84% de los recursos totales. Y aunque Carlos Sadir había sido muy crítico del presidente Milei durante los albores de la gestión libertaria (actualmente se muestra como un acérrimo aliado) el salto más grande de fondos coparticipables y otros recursos se dio luego del traspaso de mando, cuando el monto paso de $48.634.000.000 en diciembre a $61.360.200.001 para enero de 2024, un crecimiento intermensual de 26,17%.
Para el primer cuatrimestre la recaudación dentro del territorio no tuvo el crecimiento habitual de los períodos fiscales previos, de hecho Rentas Jujuy ha informado un crecimiento por debajo de la inflación permanente, probablemente como efecto de la recesión económica y la pérdida de poder adquisitivo. Aún así creció 4,31% para el último registro disponible del mes de abril, que sumado a los demás recursos y frente al gasto en personal que solo implicó un engrose de 22,49%, arrojan un superávit primario de $25.523.253.830 en los primeros cuatro meses del año.
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De haber sido el objetivo de las autoridades de gobierno, esa cifra favorable podría haberse volcado a la recuperación de los salarios entre trabajadores de la administración pública y consecuentemente replicado en la reactivación económica por efecto derrame, como tantas veces solicitaron los diferentes referentes gremiales. Tomando una base de 100.000 empleados estatales, se podría haber inyectado una suma fija de $200.000 en sus haberes sin mayores perjuicios para las arcas estatales y aún dejando un remanente disponible, una maniobra típica en San Juan y Santiago del Estero por ejemplo.
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Dejando el plano hipotético, el gobierno jujeño elige priorizar los compromisos de deuda, más teniendo en cuenta que 2024 es un año de vencimientos muy importantes. El diputado provincial y licenciado en economía, Gastón Remy, calculo hace algunos meses que el Estado jujeño tenía compromisos superiores a los U$S65 millones para el corriente año, que al tipo de cambio actual implica una erogación de 61.132.500.000 en moneda local. Hecho que obligará al ministro Federico Cardozo a ser meticuloso con los gastos, especialmente con los salarios, cuya incidencia en el gasto supera el 70% y absorbe casi el 80% de los fondos llegados de Nación.
Aunque el Ministerio de Hacienda todavía no hizo público los informes Esquema Ahorro-Inversión-Financiamiento y Stock de Deuda de la Administración Pública No Financiera Provincial correspondiente al cuarto trimestre de 2023 (mucho menos el correspondiente al primer trimestre de 2024) se pueden obtener algunas conclusiones al observar los documentos de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales en su informe Deuda Pública Provincial, donde se ha subido de una manera concisa el stock de deuda que hacia fines del pasado diciembre había llegado a $495.127.000.000 siendo el propio gobierno nacional su principal acreedor con más de la mitad de la deuda, seguido por la emisión de títulos públicos por $140.924.000.000 buena parte correspondientes al bono verde que financió la construcción del parque solar Cauchari y que aún siendo reestructurado sus plazos, terminará implicando una enorme gasto teniendo en cuenta que cotizan en dólares.
Las entidades bancarias y financieras como el Eximbank chino (préstamo para Cauchari), la sucursal de Hong Kong del banco BBVA (crédito para las cámaras ZTE), el Banco Europeo de Inversiones (financió GIRSU S.E.) y CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (crédito educativo) componen la mayor parte de $27.952.000.000 del stock.
En otra categoría ingresan organismos internacionales de crédito como el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros. También aparecen multimillonarias deudas con dos fondos fiduciarios, el FFFIR del que Gerardo Morales se abasteció para la recuperación de la traza ferroviaria que hoy recorre el Tren Eléctrico y el controversial Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial, que a principios de año enemistó al gobernador santacruceño Ignacio Torres con el presidente Milei.
No es un detalle menor, las deudas destacadas en el informe de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales solo corresponden al stock consolidado, no menciona deuda flotante, es decir a corto plazo. Quitando este elemento y a sabiendas que es información verídica que el Ministerio de Hacienda jujeño, antes gerenciado por Carlos Sadir, remite a su equivalente nacional: se advierte que durante los últimos 10 años la deuda provincial incrementó 91 veces, pasando de $5.452.000.000 a finales de diciembre de 2013 a $495.127.000.000 en gran parte motivado por el cambio de matriz productiva que impulsó durante ocho años Gerardo Morales.
A finales de su primer año como gobernador la deuda ascendía a $1.2649.000.000 lo que implica un crecimiento en términos porcentuales de 3814,36% teniendo en cuenta la deuda consolidada que se pudo identificar hace seis meses atrás.