En el caso de Sergio Uñac, se encuentra en discusión su cuarto mandato consecutivo, uno de ellos como vicegobernador, y el quinto mandato de Juan Manzur, dos como vicegobernador y dos como gobernador, pretendiendo ahora un quinto mandato como candidato a vicegobernador. Ambos son acusados de violar las constituciones provinciales. Aunque las justicias locales, en las que tienen una fuerte influencia, permitieron sus candidaturas, la oposición apeló ante el máximo tribunal.
Jujuy, el feudo radical
La Corte Suprema de Justicia ha emitido un pronunciamiento de gran importancia al declararse competente para determinar la validez de las candidaturas de los gobernadores de Tucumán, Juan Manzur, y de San Juan, Sergio Uñac. En consecuencia, se ha ordenado la suspensión de los comicios en ambas provincias. Esta decisión ha golpeado fuertemente a ambos gobernadores, quienes hasta minutos antes de conocerse la resolución aseguraban que la Corte no invalidaría sus postulaciones.
Es curioso que los jueces de la Corte hayan esperado hasta el último momento para suspender las elecciones, cuando el Estado y los partidos políticos ya habían invertido importantes recursos para organizar los comicios. El Correo Argentino ya había enviado las urnas y se había puesto en marcha todo el operativo electoral. Los jueces podrían haber abordado este tema mucho antes, ya que llevan meses teniendo conocimiento del caso en la Corte.
Además, existe la posibilidad de que impugnen las candidaturas de Uñac y Manzur, ya que si suspendieron las elecciones a menos de una semana de su celebración para luego fallar a favor de la validez de las candidaturas, su falta de mesura y prudencia en la decisión seguramente enfrentaría críticas. Es evidente que en la Corte hubo un problema de oportunidad, lo que los deja en una posición desfavorable, a pesar de los sólidos argumentos constitucionales que respaldan el bloqueo de las candidaturas de Uñac y Manzur.
Esta decisión se produce en un momento en que el Congreso nacional está analizando un juicio político contra los gobernadores, y el oficialismo los acusa de operar políticamente en favor de la coalición Juntos. Esta sospecha ahora se verá amplificada, ya que en el peronismo crece la preocupación de que se hayan desacoplado las elecciones de San Juan y Tucumán para evitar que el peronismo acumule posibles triunfos. Si finalmente se impugnan las candidaturas de Uñac y Manzur, el peronismo podrá afirmar que se confirma la intención de perjudicarlos.
En el caso de Tucumán, la impugnación contra la candidatura de Manzur fue presentada por el opositor Germán Alfaro, candidato a vicegobernador de Juntos, encabezado por el radical Roberto Sánchez. El argumento central de esta impugnación es que en caso de enfermedad u otra eventualidad que obligue al candidato a gobernador Osvaldo Jaldo, de resultar electo, a renunciar durante su mandato, Manzur asumiría como gobernador, lo que violaría la cláusula
Habló Mauricio Macri en referencia a las elecciones celebradas el domingo pasado, “…No son representativas. Hay provincias que están manejadas hace muchos años por sistemas feudales que no representan, pero ya va a llegar la libertad también para ellos…", fue la frase completa con la que el fundador del PRO analizó las elecciones provinciales.
El radical Martín Lousteau indignado cruzó a Macri por haber ninguneado el triunfo de Juntos por el Cambio en Jujuy, al considerar que esa provincia tiene un "sistema feudal…" en un claro dardo a Gerardo Morales.
El senador radical dijo que el ex presidente "no debería contribuir a lesionar Juntos por el Cambio" y le remarcó que Morales no sólo le ganó al peronismo sino que logró ser reelecto.
"Es lesiva para lo que sucede en Jujuy", agregó el senador en. "No es una declaración que contribuya a la tranquilidad de Juntos por el Cambio mientras el PRO está teniendo esos ruidos", arremetió.
Además, Lousteau le recriminó a Macri los coqueteos con Javier Milei y la división del voto opositor que eso genera. "Dijo que ya va a llegar la libertad a esas tres provincias. Primero, la libertad llegó con un candidato a La Rioja y lo único que facilitó fue el triunfo de la casta y de los que ya estaban. Que continuara lo mismo. Martín Menem lo único que hizo fue restarle votos a Juntos por el Cambio, que hubiera tenido una elección muy pareja con el gobernador que fue reelecto, analizó.
En realidad, los radicales conscientes que Jujuy es un feudo de la peor calaña, lo único que hacen en mostrar su pánico ante la arremetida de Milei.
Morales y los radicales, casta de origen, no saben cómo hacer para frenar el ímpetu de líder liberal, y estas reacciones solo esconden en temor dejar de pertenecer a nomina salarial del Estado.
El término "estado feudal" se utiliza generalmente de manera metafórica para describir ciertas características de algunos estados como Jujuy y no implica una reproducción exacta de las estructuras feudales medievales.
Argentina es una república democrática y federal compuesta por 23 provincias y una ciudad autónoma. Sin embargo, algunos estados provinciales, como Jujuy, presenten reminiscencias feudales en términos de estructura política y relaciones de poder. Un "estado feudal" en la era moderna, se pueden identificar ciertas características que podrían ser asociadas con esas descripciones; concentración de poder, un estado con tendencias feudales presenta una concentración significativa de poder en manos de un líder político o una elite gobernante. Estas figuras ejercen un control considerable sobre la toma de decisiones y los asuntos políticos, a menudo sin una rendición de cuentas adecuada.
Relaciones de dependencia personal; en un sistema feudal, es común que existan relaciones de dependencia personal entre el gobernante y los súbditos. Esto implica lealtades y vínculos basados en lazos personales más que en principios democráticos o institucionales.
La desigualdad socioeconómica; los estados con características feudales muestran altos niveles de desigualdad socioeconómica, donde una minoría privilegiada disfruta de beneficios y privilegios mientras que la mayoría de la población enfrenta limitaciones y restricciones en términos de acceso a recursos y oportunidades.
Clientelismo y favoritismo; en un contexto feudal, se encuentran prácticas de clientelismo, nepotismo y favoritismo, donde el acceso a puestos gubernamentales, servicios públicos y recursos se otorga en función de relaciones personales y lealtades políticas más que en base a méritos o principios transparentes.
En un estado feudal, los principales beneficiarios suelen ser aquellos que ocupan posiciones de poder y privilegio dentro de la estructura política y social. Estos suelen incluir a los líderes políticos y aristocracia, en este caso en realidad hablamos de los nuevos ricos, donde los líderes políticos y aquellos que pertenecen a la aristocracia o elite gobernante son quienes tienen un control y acceso privilegiado a los recursos y el poder. Pueden disfrutar de privilegios económicos, políticos y sociales, así como mantener un control sobre la toma de decisiones y el gobierno del estado.
Familias y aliados cercanos; las familias y los aliados cercanos de los líderes políticos también pueden beneficiarse en un estado feudal. Reciben puestos gubernamentales, acceso a recursos, tierras y otros beneficios, basados en relaciones de parentesco o lealtades personales.
Sectores económicos privilegiados; ciertos sectores económicos pueden recibir trato preferencial y protección por parte de las autoridades. Esto implica la concesión de monopolios comerciales, exenciones fiscales o la capacidad de explotar recursos naturales de manera exclusiva.
En una sociedad moderna basada en principios democráticos, de igualdad y derechos humanos, no se aceptan ni se promueven los estados feudales. Los estados feudales se consideran estructuras políticas y sociales obsoletas que van en contra de los valores fundamentales de la democracia, la justicia y la igualdad de oportunidades.
En una sociedad moderna, se busca establecer sistemas políticos y sociales basados en la igualdad de derechos y oportunidades para todos los ciudadanos, donde las decisiones políticas se tomen de manera transparente y participativa, y donde exista un estado de derecho que garantice los derechos individuales y colectivos.
Los estados feudales se caracterizan por la concentración de poder, la falta de rendición de cuentas, la desigualdad socioeconómica y las relaciones de dependencia personal. Estos aspectos son contrarios a los ideales de una sociedad moderna que busca la participación ciudadana, la justicia social y el bienestar común.