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Cronología del avance político sobre la Corte de Jujuy

El poder político puso nuevamente en jaque al escalafón máximo de la justicia, un pilar republicano tan devaluado en Jujuy que los rumores circulando semanas atrás entre los pasillos de la Legislatura fueron ratificados con una veloz naturalidad, impropia de tiempos democráticos.

  • Jueces del Superior Tribunal de Justicia renuncian ante la insistencia política.
  • Los juicios políticos proponen un desgaste que los magistrados no están dispuestos a afrontar.
  • Se trata de una reedición del intento 2019 para voltear funcionarios no funcionales al poder de turno.

Entre gallos y media noche ignotos ciudadanos acercaron “pedidos de juicio político”, una herramienta que ante tamaña mayoría parlamentaria implica desgastar la envestidura del magistrado/a objetivo hasta su consecuente renuncia o destitución. González, del Campo y Lamas (quizás) por su ascendencia política; Otaola, De Langhe y Altamirano (quizás) por desacato; poniéndolo en cifras el 60% de la corte se quedó sin el beneplácito del Ejecutivo.

Pero el primer intento de un tribunal hecho a la medida surgió a pocos días de la entronización del contador Morales a fines de 2015. El proyecto para jerarquizar la corte hasta llegar a nueve miembros se volvió realidad en menos de una semana; cuatro de los artífices se volvieron obsoletos en las últimas semanas desde su visión:

  1. Liz le rindió tributo con un voto a cambio de la silla que hoy debe abandonar.
  2. Pablo hizo lo propio reemplazado posteriormente por su devoto seguidor Ekel.
  3. Fede Otaola un antiguo colega militante sería recompensado con su banca.
  4. Laura Lamas la única jurista independiente entraba en la nómina para disimular la parcialidad.
  5. Titina peleó la presidencia por primera vez en igualdad de condiciones.

Solo los incautos podrán asombrarse ante semejante carpetazo institucional, las similitudes con el capítulo 2019 son absolutas: por entonces el fiscal general Alejandro Ficoseco, Nora Milone, Marian Bernal y René Barrionuevo columna vertebral del Tribunal de Cuentas fueron señalados por supuesto “incumplimiento de los deberes”.

Hace tres años "la escribanía" del Ejecutivo que funciona 24/7 en la Casa de Piedra, no tenía su inexpugnable conformación actual, los involucrados replicaron enfáticamente y las denuncias sin asidero alguno no prosperaron. El bloque radical no contaba con la pasmosa mayoría absoluta que ostenta desde el pasado diciembre (posee 27 de 48 bancas), existía una oposición medianamente real en el trinomio disfuncional del FIT, justicialistas disidentes y los integrantes de Juntos por Jujuy. Tras dos elecciones legislativas dominadas por el oficialismo, solo un puñado se sostiene en territorio políticamente hostil.

Como dato adicional las alianzas con el presidente del PJ se fortalecieron en buena parte de los ámbitos donde el empresario devenido en legislador suele lucrar; así como se reparten negocios es vox populi decidirán de común acuerdo temas tan cruciales como los apellidos que impartirán SU justicia desde la cúspide del cooptado poder judicial.

A diferencia del intento 2019 de adoctrinamiento político-judicial, los vocales del STJ no ponen resistencia alguna, se saben vencidos antes de que la Comisión Investigadora siquiera los cite. Sus renuncias caen sobre el escritorio de Gerardo Morales para sorpresa de nadie y satisfacción del gobernador, la justicia vuelve a ajustarse al ritmo de sus intereses.

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