En este contexto, cada vez más consumidores buscan seguir comprando prendas pero a precios más accesibles o directamente se vuelcan a ropa de segunda marca.
Ante ello, el presidente de la fundación PRO TEJER, Luciano Galfione analizó la situación de la industria en el país y explicó cómo se conforman los precios: “En el caso de la indumentaria, en la argentina tenemos indumentaria de todo precio, hay indumentaria barata, a medio precio, cara y carísimas, por lo general la ropa que es cara es la ropa de marca. Comerciar en argentina sale carísimo, cuando vos desglosas los precios de la indumentaria se nota mucho porque es un producto de consumo masivo, es un producto esencial, pero comerciar todo en la argentina es carísimo”.
En la misma línea, mencionó que comerciar en el país es mucho más costoso debido a que tenemos un sistema impositivo regresivo, el cual tributa fuertemente sobe los bienes y no sobre las personas: "En la argentina cuando comerciamos una ropa de una indumentaria, en un shopping, una tienda tenemos de impuestos cerca de 50%, el 50% del ticket que estas pagando son impuestos, ahí tenes el impuesto a créditos y débitos bancarios, impuesto a los ingresos brutos, el impuesto al IVA“.
A su vez, señaló que la indumentaria es un producto bastante atomizado, puesto que: "Para fabricar una remera quizá pasa por diez empresas, desde que se fabrica el hilado, hasta que la remera termina en una góndola o local comercial. Esa multiplicación del ingreso bruto hace que quizá el ingreso bruto que son 3%, 3%, 3% y se termina acumulando casi un 20% en el valor de la indumentaria terminada. Entonces los impuestos significan eso, yo pago $10.000, $5.000 se me van en impuestos".
También hizo énfasis en el costo del proceso de producción de las prendas, tanto de la confección, distribución y del transporte: "Entre los impuestos y la financiación estamos hablando de casi un 80% del valor de lo que estamos pagando solamente en dos ítems, a eso hay que sumar la logística, mandar un camión de Jujuy a Buenos Aires sale más caro que mandar un contendedor de Buenos Aires a China, es un disparate pero la argentina tiene ese problema. Todo esto que nombré no tiene nada que ver con el producto que estoy comerciando, entonces esa remera que yo estoy pagando $10.000, termina saliendo fabricar la remera a $1.500, entonces el problema es la falta de competitividad sistémica de la argentina".
Por ultimo, expresó que: "Es un problema que tiene la Argentina, el que se ponga un local debe pagar una innumerable cantidad de seguros, hay que pagar tasas ambientales, un montón de bonos para seguridad e higiene. Cuando vas a un local de feria la ropa ya vale la mitad porque cuando uno va a un local de feria a los impuestos no los esta pagando, termina valiendo 30% menos que en un local, pero en el local pagan los impuestos, pagan el ahora doce, las tarjetas".
No hacen falta hacer demasiadas cuentas o un análisis exhaustivo para saber que el impacto en los costos de las prendas de vestir repercutió casi de manera inmediata en las ventas y generó malestar en los empresarios textiles.