“La cantidad de impuestos y tasas que abonamos los comerciantes es altísima. Cuando uno cuenta la cantidad de cosas que paga, y los porcentajes que paga sobre el nivel de facturación, es altísima. (Hay) impuestos nacionales como el IVA, impuesto a las ganancias, al crédito y al débito, provinciales como Ingresos Brutos, tasas e impuestos municipales. De lo que vendés, el 35% lo destinas a pago de impuestos”, afirmó.
Embed - "El 35% de lo que vendés se va en impuestos", aseguró un gastronómico jujeño
Asimismo, sostuvo que “en el caso de los empleados, como emprendedor un trata de pagarles lo más posible, entendiendo la situación económica, pero se agrava el 931; de cada $100 que le pagamos a un empleado, $35 van de impuestos. Es dinero que le cuesta al empleador y no recibe el empleado. Entendemos que la forma de recaudar de los Estados nacional, provincial y municipal es a través de los impuestos, no podemos pensar que desaparezcan, es un absurdo, en cualquier país civilizado no se da plantear eso, pero pedimos que sean moderados, adecuados y justos”.
En cuanto a Ingresos Brutos, Ortiz dijo que “es el impuesto más extorsivo que existe; por cada eslabón de venta en la cadena se tributan ingresos brutos, y cuando llega el producto final, termina totalmente encarecido por la cantidad de gente que tributa. No tienen nada que ver los niveles de recargo que pueda tener: alguien que recarga 300% a su producto, a lo que vende, paga 3% sobre eso. El que le recarga 20%, también paga un 3%, y las PyMEs o emprendimientos pequeños son seriamente afectados”.
“Debería haber un trabajo de facilitación, que atraiga a la gente, y no combatir el trabajo. No estamos en contra del trabajo, sino de la competencia desleal. Estamos en contra de la inteligencia fiscal, que no es entrar a un negocio establecido de incógnito y tratar de sorprenderlo en evasión tributaria, sino buscar dónde está la evasión”.
Por otro lado, el gastronómico protestó contra la competencia desleal; “proliferaron los establecimientos que hacen envíos a domicilio, no tienen registro, no abonan impuestos, y son competencia desleal porque tienen costos mucho más baratos que los legalmente establecidos”.