Los problemas por la falta de gas derivaron ayer miércoles en cortes generalizados a la provisión de estaciones de GNC y unas 300 industrias del país, entre ellas Jujuy.
Por problemas estructurales, anticipan que demorará en resolverse la falta de gas
La escasez del recurso derivó en cortes generalizados a estaciones de GNC y grandes industrias de todo el país. La emergencia empezó a quedar atrás hoy, pero los inconvenientes están lejos de ser superados de manera total.
El Gobierno reactivó un comité de crisis con las firmas del sector en medio, de problemas técnicos y administrativos, para garantizar que el suministro no falle para los hogares, hospitales y escuelas.
Si bien la emergencia empezó a quedar atrás a última hora del miércoles, lo cierto es que los inconvenientes están lejos de ser superados de manera total, por una conjunción de factores en los que el otoño con temperaturas más bajas en 44 años -como señalan en la Casa Rosada-, solo es una parte de la ecuación, aunque importante dado que los principales modelos climáticos anticipan un invierno muy frío.
La alta demanda de gas en este mayo, que duplicó a la del año previo, se dio en medio de un considerable atraso en las obras complementarias del gasoducto Vaca Muerta, que recién estarían listas en pleno invierno; compras de menos buques con gas importado, cuya llegada se previó más para junio-julio y una importación cada vez más floja desde Bolivia.
El sistema energético está en alerta desde hace 10 días y este miércoles llegó a un punto crítico con menor oferta de gas en medio de la demora por problemas en el pago de un barco de GNL que tenía que descargar el martes, pero que finalmente comenzaba a hacerlo 24 horas después. A eso se sumaron problemas técnicos en dos plantas compresoras del gasoducto centro-oeste, que opera Transportadora Gas del Norte (TGN) y que se fueron subsanando con el correr de las horas.
La combinación de ambos hechos comprometió el sistema, que se quedó sin unos 14 millones de metros cúbicos de gas en momentos de alta demanda. Eso obligó al Gobierno y las empresas a profundizar las restricciones que estaban en marcha (que desde la semana pasada mantiene cortado el servicio al expendio de unas 200 estaciones de GNC con contrato interrumpible y en uso mínimo del combustible a industrias) y cortar el abastecimiento no prioritario, aun con contrato firme, “hasta nuevo aviso”.
Tras profundizar los cortes, el Gobierno anunció que solucionó el pago a Petrobras y prometió que el abastecimiento se normalizaría en horas de la noche, dado que el barco brasileño amarrado en Escobar comenzó a descargar. “Es el invierno más crudo de los últimos 44 años, la demanda aumentó cerca de un 55%, de 44 millones de metros cúbicos a cerca de 70 millones, lo que hace que haya habido problemas en la distribución, que no hubiese ocurrido si la carta hubiese procedido”, afirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Pero los especialistas en energía disienten de que sea posible hablar de “normalidad” cuando el sistema arrastra cuestiones estructurales y la escasez es más por inconvenientes en transporte y previsión de importaciones que por producción desde Vaca Muerta.
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