Patricia Guzmán, docente que participó de todas las marchas, reclamos y protestas del sector, contó lo ocurrido ese día tanto en barrio centro como en otros lugares de San Salvador de Jujuy.
En primera persona, el relato de una docente herida durante los disturbios
“Soy docente de Primaria en Perico, vivo en Palpalá. Fui a la marcha el 20 de junio; iba a ir con mi familia y mis alumnos pero de último momento decidí ir solo con mi esposo. Marchamos como lo hacíamos todos los días, cantando, con mucho dolor y bronca. Nuestras marchas siempre son pacíficas, es lo que estábamos haciendo. Marchamos, nos encontramos con vallas en la legislatura y nos quedamos detrás de las mismas. En un momento vimos conflicto, empezaron a tirar gas y nosotros a retroceder. De un momento a otro se descontroló todo. Seguimos retrocediendo; ya no veía nada. Empezó a avanzar la policía, nos resguardamos en calle Sarmiento. Cuando me di vuelta a ver la policía estaba sobre nosotros tirando piedras y disparando”.
“La policía avanzaba disparando y tirando piedras, y uno de los disparos me dio en la cara”.
“Vimos piedras de otro sector que no era del nuestro, no era de docentes. Los ojos nos ardían y nos dimos cuenta que habían tirado gas. Después tiraron bombas de colores, todo fue muy rápido. Hasta ese momento no vimos que quemaban nada, empezamos a retroceder por las piedras y el gas. Cuando estábamos en calle Sarmiento la policía estaba sobre nosotros, disparando y tirando piedras. Donde estábamos eran todos docentes. Me llegó el disparo y caí al piso, no veía de ese ojo porque estaba sangrando. Cuando vi la sangre pensé que me había llegado directo al ojo. Me asistieron compañeros, colegas que no conocía. Hicieron una barrera, los escuché gritar que no dispararan porque éramos docentes. Me levantaron, me limpiaron la herida, estaba muy asustada. Colegas me levantaron y trataron de llevarme a la guardia de Hospital San Roque. Sé que cuando hicieron la barrera humana, compañeros que se acercaron a ver cómo estaba recibieron disparos y pedradas por protegerme”.
“Hubo tres disparos, uno me dio a mí. Todo venía del bloque de policías que estaban ahí. Había algunos policías angustiados”.
“Ese momento fue tan rápido; vi que se llevaban a alguien cuando me llevaron a la guardia. Estaba todo vallado y (los policías) no nos dejaban entrar. Dos compañeras insistieron hasta que uno de ellos abrió la valla pero quería que entre sola. Tenía miedo de entrar y no poder salir, que me pasara algo. Exigí que una de mis compañeras vaya conmigo. Por suerte pudo pasar. Me atendieron. Había un clima de silencio y miedo; los médicos y enfermeras me atendieron muy bien. Pude ver que estaban atendiendo a policías”.
“Hay muchos rumores y no sé cuál de todos es verdad, rumor de infiltrados, no lo sé. En ese momento escuchamos que llevaban a las personas, que había que esconder el guardapolvos. Era indignante tener que hacer eso. Tuvimos que escondernos”.
“Sigo apoyando las medidas. Esta semana sigue siendo muy difícil para mí”.
“Pedimos un salario digno; hasta ahora no fuimos escuchados por el gobierno. Solo pedimos que nos respeten. Un salario con el que podamos mantener nuestras familias y llegar a fin de mes no es algo malo. Nadie nos obliga a ir, lo hacemos porque lo necesitamos. Les dije a algunos alumnos que estoy bien, nos encontraremos y podremos charlar de lo que pasó. Alguno de ellos tal vez sabe lo que pasó y tiene sus opiniones. Es lo que hacemos siempre en todas las clases”.